ATENEO EGOBARRA

Los Egobarros son una tribu galaica dentro de la división romana de los Luecenses. Su zona de asentamiento era la ribera del río Eo, en las provincias de Lugo y Asturias. Este espacio está destinado a la divulgación de la cultura de la Comarca natural del río Eo.
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Abelardo Souto Lodos, in memoriam en el centenario.

O 17 de febreiro de 1923 nacía no barrio dA Rua en Salcido, Abelardo, primeiro fillo de Baltasar e Bernarda, en tempos de luito por o fallecemento prematuro de sua abola materna Carmen.
Nuha casa pequena, con seu abolo José Mª, apodado "barbas" e con sua mai e duas tías que non tardarían en marchar a facer as américas.
Pasados os primeros anos o pai foi deixando o oficio de zoqueiro e empezando a ser tratante de ganado, conocido máis por o apodo "Chabarra" e aumentando a familia, José Mª e máis tarde Cándido, a vez que iba dispoñedo para facer unha casa "grande abondo".

Cotaba Abelardo, que con 13 anos un día taba alindando un rebaño de vacas en Cartoi, o outro lado da carretar, cando empezaron a pasar carros de combate e camióis "cheos de soldados que iban dereito e aplidos como os pelos dun can", e que así tuveron pasando toda a tarde, hasta que -camín da noite- puido cruzar as vacas por a carretera e volver pra casa. Así recordaba como viu pasar as tropas de Franco camín de Asturias.
Casi sempre que contaba o paso das tropas, seguía relantado outro día que taba tamén alindando as vacas no Cortín, en frete a Vilela. Alí, contra a parede dun castro fixera unha choza pra gardarse mentras cuidaba das vacas. Relataba con exclamación e firmeza como viu que viña a guardía civil buscar a Clemente o Alcalde, contaba que o viu escapar da casa, como foi delatado cando se esconedu e como o pillaron e sempre repetía con lástima os golpes que lle deron e cómo lle retorcían os brazos. Nunca foi informante directo daquela anécdota, pero sí que contou muitas veces con certa rabia do que foi aquel tempo.

Foi da quinta do 41, non tuvo que ir guerra, posou aquel tempo como outro calquera, sin que a esperiencia lle marcase grandes recordos. 

As experiencias máis duras eran levar as vacas o matadero. Se naqueles tempos de postguerra, non había abundancia en ningún sitio, na casa tampouco foi fácil. O mercado de ganado medrara e xa tiñan o destino aberto en Noreña, non era labor doada empezar o viaxe de 5 días andando con un rebaño de vacas desde San Tirso de Abres a Noreña. Salían a tardiña, pra pasar de noite as vacas por o riu e así evitar pagar o arbitrio no puente de Porto, así que cambiaban algo a roupa e dormín na casa do    .
E seguir ruta por a costa, Luarca, subir a Espina e seguir, cuidando as vacas e deixandolles pacer por as beiras da carretera. 

Abelardo xa heredara de su pai o gusto por cantar a capela, pero ademáis con motivos dos viaxes o centro de Asturias aprendeu a cantar tonada e trouxo consigo ben cancióis tradicionales, que na comarca non taban acostumbrados a escuitar.

Cortejou sete anos a muller da sua vida en Piñeiro de Cedofeita e nese tempo un mal día un toxo valaceouse con mala fortuna cando viña a cabalo e pasado unhos días perdeu o ollo dreito. Casaron en 1958 e tuveron a única filla, Carmen, en 1960.

A vida non tuvo libre de problemas, que Abelardo, sempre apollado en Rogelia, sopueron salir con esforzo e resignación. Se ahora analizasémos esa vida había ser chamado resiliencia ou perseverancia. 

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José Luis Bermúdez, sencillamente filántrompo

La reparación del puente de O Cairo en San Tirso de Abres costeado por un vecino se convierte en un hecho insólito.

Estamos tan acostumbrados a un comportamiento individual y de visión cortoplacista que cuando una persona desarrolla una acción solidaria despierta reacciones varias y en ocasiones difíciles de gestionar. Un vecino  acaba de hacer una donación particular para la reparación total del puente que da acceso a su pueblo, hecho que alivia a la administración y sorprende a la opinión pública.

Quien conoce a José Luis Bermúdez Méndez sabe de su bonhomía, generosidad y discreción, virtudes que destacan en una primera impresión, si además se tiene la ocasión de compartir momentos con Bermúdez se aprecian otros valores humanos como el rigor profesional, seriedad, buen humor y sobre todo pasión por el pueblo de Trasdacorda y por sus vecinos.

Destaca la cuantiosa donación económica particular para la obra del puente de El Cairo y no es la primera, pues hace unos 30 años que José Luis ya costeó la acometida del agua de los pueblos de Matela, Trasdacorda y Prado.

Tampoco está solo en esta tarea, le acompañan sus vecinos, especialmente Toño Bello y Jesús Castaño, que juntos desbrozan los caminos de acceso, mantienen las cunetas, hacen arreglos en la Capilla de Prado y se ocupan del mantenimiento de la red de suministro de agua. Sin duda son un pueblo que saben poner en práctica las costumbres vecinales heredadas de sus antepasados. Vecinos que comparten un sentimiento de amor por  su aldea y recuerdo a sus ancestros.

Matela, Trasdacorda y Prado son tres núcleos de población más al occidente de San Tirso de Abres, en dónde viven pocas personas y las casas se fueron cerrando en la última década. El acceso más fácil es desde el municipio de A Pontenova y la carretera nacional por el puente de El Cario sobre el río Eo, cuya obra se remonta a más de 50 años. Las deficiencias de la infraestructura eran patentes desde hace años, pero no resulta fácil para el Ayuntamiento de San Tirso de Abres conseguir financiación para la reparación y más difícil para el Concello de A Pontenova.

En lo que conozco a  José Luis sé que es una persona que prefiere "ser parte de la solución y no parte del problema"; cualquiera que afrontase el deterioro del acceso a su pueblo querido, haría todas las acciones de presión y protesta para exigir una arreglo; pero José Luis es inteligente y conocedor de la realidades y posibilidades de los ayuntamientos pequeños y optó por ofrecer la solución. Así, de común acuerdo con el Ayuntamiento y tras las gestiones necesarias con al Alcalde, se pudo llevar a cabo la obra, con una gestión sencilla y discreta.

Con esta acción, de forma colateral, pero muy clarividente, José Luis Bermúdez pone de relieve la importancia de la filantropía y de las colaboraciones entre la Administración Pública y los particulares, además de ser un ejemplo de concordia y vecindad entre las comunidades rurales.

 Sin duda un hecho ejemplar propio de unos vecinos ejemplares.

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Comarca del Eo, siempre en el Camino. Publicado en el libro de las fiesta de Vegadeo de agosto de 2019.

En esta edición del Libro de las Fiestas de Vegadeo analizamos la Comarca natural del Eo desde el punto de vista del movimiento sociocultural. Una comarca que vertebrada por el río Eo, un sentir común, una sola historia. Desgranaremos brevemente la actividad sociocultural de la Comarca en las tres últimas décadas. Vegadeo como cabecera de Comarca, junto con Ribadeo, son punto válidos para el análisis de la intrahistoria comarcal.
Geográficamente la Comarca del Eo abarca unos 820 km²; desde Baleira a Ribadeo y Figueras mojamos los pies en un mismo río los habitantes de Ribeira de Piquín, A Pontenova, Riotorto, Trabada, San Tirso de Abres, Taramundi, Vegadeo, Castropol y Ribadeo. Vivimos en una Comarca históricamente aislada de los centro de poder administrativos, lejos de Santiago y de Oviedo, pero siempre en el Camino. Por tanto tierra de paso, bien para atravesar o para recorrer longitudinalmente. Estos factores que repasaremos brevemente son parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial, que definen una forma de ser y de sentir muy concretas, que resultan seña de identidad.
Si miramos tres décadas atrás podemos avistar un movimiento cultural intenso. A mediados de la década de los años ochenta del siglo pasado llegó cierta tendencia a la fundación de  asociaciones culturales; realidad impulsada por el proyecto Cultural-Campo en la Comarca Oscos-Eo y también seguida por los municipios lucenses. La mayor parte de las entidades culturales fueron fundadas entre 1985 y 1995, que vinieron a complementar otra entidades que hoy son centenarias.
En la Comarca del Eo operan diferentes organizaciones desarrollan la función de agentes culturales: asociaciones culturales, musicales, de investigación histórica; entidades de ámbito social, defensoras de determinados colectivos: mujeres, mayores, vecinos, etc; clubes deportivos y de tiempo libre y agrupaciones temporales como comisiones de fiestas, plataformas vecinales, etc.
Si hacemos un inventario de agentes culturales teniendo en cuenta la anterior clasificación, seguramente nos sorprenderemos -para bien- del número y del dinamismo social, cultural y deportivo. En la última década tuve la oportunidad de formar parte de la organización de varias ediciones del Foro de Fundaciones y Asociaciones socioculturales de Asturias y comprobar la intensidad cultural del extremo Occidental del Principado en comparación con el número de habitantes y  con ello, sin duda, poder hacer extensivos los datos a toda la Comarca natural del Eo.
Podemos atrevernos a decir que el sentir de la gente de esta Comarca está marcado por ser una tierra de paso. Incluso considerando el lugar con cierta hospitalidad destacada y colaboración social. Sin darnos cuenta es un factor definitorio de la forma de ser y sentir de esta tierra, que podremos definir como "Comarca en el Camino".
Sin lugar a grandes equivocaciones se puede afirmar que las gentes de esta comarca nos sentimos vecinos, incluso a pesar de pertenecer a dos Comunidades Autónomas.  Sentimos muy nuestra la vida rural, con unos toques comerciales, industriales y pesqueros.
Traemos estos rasgos sociales a colación considerando que esta actividad cultural tan intensa  tiene relación con la forma de ser solidaria y hospitalaria de la gente de la Comarca del Eo. Sin darnos cuenta nutrimos esta tierra de un gran número de actividades culturales y festivas, que algún día tendrán su análisis más profundo.
En un contexto general podemos analizar el impacto que supone la actividad sociocultural sobre una comarca rural. Se conoce como "economía naranja" al valor cuantitativo derivado de la actividad cultural. ¿Podremos medir la economía naranja de la Comarca del Eo? Seguramente lo primero que se nos ocurre es la traducción de actos culturales a turismo, lo que resulta un paso sencillo; podemos profundizar un poco más y calcular el éxito turístico en puestos de trabajo derivados de la actividad cultural. Con un estudio económico riguroso se podrían obtener resultados  positivamente sorprendentes. Todo ello sería un análisis cuantitativo, medido en número de participantes, número de puestos de trabajo, euros generados, etc. Pero en esta ocasión se puede pergeñar un poco más y añadir al cuantitativo, el valor cualitativo.
Relativo a este aspecto, la UNESCO en el año 2013 emitió un informe que llama "pulso naranja", en el cual asegura que "ninguna sociedad puede prosperar sin cultura y sin ésta ningún desarrollo puede ser sostenible". Si adaptamos este planteamiento a nuestra Tierra vemos que una vez más estamos en buen Camino. Tal vez se necesite reflexionar y aprovechar el valor de la cultura como un elemento indispensable para el desarrollo sostenible.
Siguiendo con definiciones de la UNESCO, esta define el Patrimonio Inmaterial como "las tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y al universo, así como saberes y técnicas vinculadas a la artesanía tradicional". Estamos pues ante un valor intangible, que no resulta fácil de medir ni de cuantificar. ¿cómo se mide el conocimiento ancestral de un artesano de la madera al ser trasmitido a un niño? que además es un saber tradicional oral en equilibrio con la naturaleza y que ha proporcionado la evolución humana. Y por otra parte, ¿cómo se mide la satisfacción del artesano? al descubrir que su vida sí tiene importancia y que además es portador de un conocimiento ancestral. ¿en qué parámetro se mide la  ilusión con la que se preparan las cenas de la Noite Celta?. Todos estos aspectos podrán tener un valor cuantitativo pero además poseen un añadido cualitativo intangible, difícil de valorar. No tiene un valor individual; es un valor social y colectivo, que en esta Comarca del Eo sabemos hacer muy bien y que en ocasiones apreciamos muy poco. La mayor parte de los exponentes culturales de esta Tierra no se pueden cuantificar, son intangibles. La conclusión es muy simple: quien los valora, los conserva; quien no los aprecia, los deja perder.

Simplificando el análisis se podrá traducir actos festivos y culturales en consumo de hostelería e incluso en puestos de trabajo derivados; pero será complejo ver la mejor calidad de vida que aportan los actos socioculturales. Por el momento no se puede establecer -de forma fiable- una relación entre baile de pasodoble y ahorro de ansiolíticos.

En definitiva podemos concluir con algo que ya sabíamos, pero que no paramos a analizar su potencial. La Comarca natural del Eo es poseedora de un sentir común, dotada de unos rasgos sociales que hacen posible una calidad de vida agradable en sintonía social, cultural y festiva.
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Museo de Grandas, nueva batalla de una vieja guerra. 
Publicado en el diario La Nueva España el domingo, 26/05/2019.

En medio de esta semana electoral saltó la noticia de la intención de la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias de extinguir el Consorcio para la Gestión del Museo Etnográfico de Grandas de Salime y su integración en la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural de Asturias.
Sin dudar de las buenas intenciones de la Consejería y considerando que desde su punto de vista sea una buena opción para el devenir del Museo de Grandas, con los debidos respetos, hemos de manifestar la disconformidad con esta decisión.
El museo de Grandas de Salime fue creado por donaciones de infinidad de personas de los pueblos, que buenamente entregaron piezas a Pepe El Ferreiro, queriendo así dejar legado del conocimiento ancestral de una vida rural de subsistencia estas tierras de paso entre los ríos Navia y Eo.
El Consorcio de Gestión del museo está integrado por la Administración regional; la Administración Local; la Universidad; una entidad bancaria y la Asociación Amigos del Museo, esta última aglutina a todas la personas que se sienten identificadas con la obra museística fundada por Pepe El Ferreiro. Extinguir el Consorcio de Gestión sería dejar sin voz a la gente de los pueblos que contribuyeron a crear y sostener el Museo de Grandas.
Se debe preservar que el museo siga siendo una institución dedicada a la adquisición, conservación, estudio y exposición de objetos de valor de la etnografía del Occidente asturiano y que culturalmente se considere importante para el conocimiento humano.
Sin ánimo de menospreciar la función del organismo Recrea, desde el punto de vista de una persona de pueblo, se puede considerar que la intención no está acertada. Prescindir de la voz de la gente de los pueblos y de la aportación académica de la Universidad de Oviedo es sin duda una merma en la pluralidad de cualquier gestión cultural; que por otra parte puede ir en detrimento del desarrollo socioeconómico  imprescindible.
Extinguir un consorcio plural de gestión museística es un desacierto que contribuye a vaciar los pueblos. Se podrá considerar que se trata de una batalla más de una vieja guerra. Una afrenta entre los mundos rural y urbano; una contraposición entre lo dicho y lo hecho. A las entidades socioculturales se nos pide que participemos en la redacción de la Ley de Participación Ciudadana, pero paralelamente se aparta asociaciones de los órganos mixtos de gestión.
En ocasiones parece que involucionamos como sociedad y que aceptamos como válidos discursos contrapuestos, que no nos atrevemos a discutir por puro sentimiento de concordia. Pero no debemos confundir el sentimiento de concordia que reside en los pueblos, con el conformismo.
Cualquier museo en general -y el de Grandas en particular- debe estar por encima de las personas, incluso de las generaciones, sin perder de vista la idiosincrasia con la que fueron creados.

En esta ocasión el Museo de Grandas tampoco va caer muerto en la trinchera a causa de fuegos cruzados de guerras personalistas. Estas controversias que se presentan suponen un pulsómetro para comprobar que el medio rural está vivo. Si sigue habiendo crispación y discordia, se debe tener presente el movimiento asociativo de los pueblos está activo, para curar, reparar y fortalecer en concordia y con solidaridad. 

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VÍA FINIESTERRE POR EL EUVE.- Peregrinaciones por la cuenca del Eo, publicado en el Libro de las fiestas de Vegadeo, año 2018.
Cada año vivimos el auge de la tendencia de peregrinar a Santiago de Compostela y de forma paralela el aumento de apoyos que suscita este movimiento que podemos llamar “fenómeno social”. Con frecuencia buscamos situar métricamente el paso del Camino de Santiago para que pase por el medio de la villa, por delante del restaurante o por detrás de la industria. Y sembrar albergues, como pretendiendo ser sucesores de la Orden de Cluny, pero en la actualidad con otros fines.
Este artículo está vacío de pretensiones, más allá del meramente aglutinador de estudios pasados y a la vez que sirva de reflexión y encaje en la naturaleza de la Cuenca del río Eo.
Para ahondar en el paso del Camino de Santiago por la Cuenca del Eo, tal vez se debe fijar la atención en diversos aspectos. Un plano físico, un marco temporal y también en la norma moral o espiritual. Así se podrá asemejar el Camino de Santiago a una cuerda de esparto que está formada por fibras independientes, pero que entrelazadas entre sí, constituyen un solo fin; de forma metafórica se debe entender el Camino, como un conjunto de caminos y senderos independientes que discurren hacia una sola finalidad. Y visto esto no solo en el plano físico, sino también en el marco temporal y cambios dogmáticos.
Analizado el aspecto geográfico de los caminos que conforman el Camino, se desprenden las rutas jacobeas entre Asturias y Galicia. El Camino primitivo o francés que comunica por El Acebo entre Grandas de Salime y Fonsagrada y el Camino de la costa que discurre por la Cuenca del Eo, cruzando en barca la ría; caminando hasta Abres para pasar por el puente inmemorial y seguir por Sante, Trabada, Lorenzana, etc; o bien continuar por Santiso, Vilaodrid, Piquin, etc.
De toda la historia de las peregrinaciones, la orografía del terreno y naturaleza son los únicos elementos perpetuos; incluso el dogma ha cambiado con el paso del tiempo. Ocurre en el resurgir del Camino de Santiago, que  la tendencia es fijarse más en el GPS que en la orientación solar. Si somos capaces de abstraernos de todo lo material que nos rodea y regresar al “hombre como un animal más de la naturaleza”, con la meta de llegar a Compostela y habiendo cruzado los ríos de la Cornisa Cantábrica, situados en la zona de Piñera, con la única herramienta de orientación del Sol; descubrimos que para caminar hacia Finisterre no es necesario cruzar la ría. Desde Punta de Cruz en Arnao, en invierno, el Sol se pone en la cabecera de la Cuenca del Eo. Así pues si nos posicionamos como el primitivo peregrino que camina por la costa en invierno escapando de la climatología del Camino Primitivo de montaña, la intuición lógica sería caminar por tierra firme por la margen derecha de la ría, y cada atardecer visualizar la puesta de Sol como meta. Sin duda a lo largo de la historia, al igual que en la actualidad, hubo peregrinos para todas las opciones.
El concepto de peregrino ya se acuña antes de la Cristiandad, como persona de paso que camina por la vida hasta el fin de sus días, con tropiezos, aciertos, caídas y errores; pero con un deseo de retomar el camino y seguir la obra, recordando la condición de transitorio y perecedero; se trata de una condición tan antigua como la humanidad. Y este pensamiento es común a muchos pueblos y tradiciones. Así pues, si profundizamos en el plano temporal de las peregrinaciones por la Cuenca del Eo, encontramos, eclipsadas bajo la ruta Jacobea, otras peregrinaciones paganas primitivas de caminar hasta el fin del Mundo, por siglos considerado  Finisterre; o la costumbre celta de culto al Sol y su peregrinación hasta la puesta más remota de suelo firme conocido.
En las tres finalidades de peregrinación, de diferente dogma y separadas en el tiempo, el paso por la Cuenca del Eo es inevitable; justificado de una forma muy sencilla: los ríos y las montañas están en el mismo sitio, el caminante por la costa cantábrica, al menos por razones de clima y también lógicas, habrá peregrinado por Entrambasaguas, entre la montaña y el mar hasta llegar al Eo y en este punto, en el cual las montañas son más suaves, cambiar rumbo a Sur-Oeste y así seguir hacia su meta: el Sol poniente, Finisterre, Compostela. La disposición de la cuenca del Eo no es tan perpendicular a la costa como la cuenca del Navia y las precedentes en el camino, además que para subir por el Eo ya no es necesario ascender las montañas de la Cordillera Cantábrica para adentrarse en la altiplanicie de los montes de Lugo.
La Cuenca del Eo es un espacio con fuerte carga histórica. Al igual que otros espacios de la Cornisa Cantábrica está salpicado de castros y vestigios de poblamientos pre-romanos, pero con el añadido de un terreno fértil y de clima suave que dio lugar a que fuese foco de atención permanente antes y durante de la Cristiandad.
Analizada la comarca con anterioridad al descubrimiento del sepulcro de Santiago en el Siglo IX, se sabe de la presencia de San Bricio, que fue discípulo de San Martín de Tours, datados ambos entre los Siglos IV-V. De la vida de San Bricio se sabe poco, pero sí hay estudios que le consideran el precursor de la Cristiandad en la Comarca del Eo, con la fundación de asentamiento monacal en Goios (hoy A Pontenova) y venerado como patrono de Vilarbetote (Sante - Trabada). Sería la zona baja del Eo el punto de entrada del monje Bricio con el mensaje Cristiano y la doctrina de Martín de Tours, sin duda habría sido por la Costa y río arriba hasta Abres por lo menos.
Se tiene conocimiento por primera vez de la existencia del Obispado Britoniense por la participación de su obispo-caudillo Mailoc en el I Concilio de Lugo el Parroquial de Suevo, ambos del Siglo VI. Se considera que Mailoc era de origen galés o bretón y se sabe que luchó contra los habitantes de aquellas tierras hasta asentar su sede. Es otro importante personaje que sin duda cruzó el Eo y cabalgó por los montes de la cuenca. El obispado de Britonia ocupó tierras de la montaña central de Lugo y también de la cuenca del Eo hasta el Siglo IX en que juntamente con el Obispado de Dumio, pasa a incluirse en el Obispado de Mondoñedo, con sede en San Martín de Foz.
Sigue nadando en la nube del tiempo sin concluir de forma exacta la situación física y geográfica del Monasterio Máximo; hay estudios que los sitúan en Britonia (Bretoña - A Pastoriza); otros que unen indicios en Goios (A Pontenova) y otros estudios intuyen que se situaba anteriormente a la Basílica de San Martín de Mondoñedo en Foz, hoy consideraba la catedral más antigua de España. Del  Monasterio Máximo se sabe que fue un espacio conventual primitivo  de gran importancia para la influencia Cristiana en la Cuenca del Eo, pero con certeza no se ubica geográficamente. Incluso hay quien considera que Mailoc no era bretón, si no que asienta sede episcopal en el centro de la montaña de Lugo tomando el nombre de Bretonia por seguir la orden del Bricio (Britio), ser discípulo de este y originario de la Cuenca del Eo
La Cronica Rotense de Alfonso I, en el Siglo VIII detalla la Batalla de Montecubeiro en Castroverde, entre el Rey Silo y rebeldes gallegos, con victoria para el reino Astur, que dio lugar al gran asentamiento del Reino de Asturias en Galaecia.
Del Diploma del Rey Silo datado del Siglo VIII y considerado el texto diplomático más antiguo de España, se sabe de la posesión de un terreno entre el Eo y el Masma que dona al Abad Sperauta y otros clérigos para la construcción de un monasterio. Cuyos terrenos pasaron a formar parte del Obispado de León durante un siglo; de cuyas visitas pastorales el arcediano Alfonso Betoti, fundó Villarbetote en los albores del siglo IX.
Se colacionan los datos de los cinco anteriores párrafos con referencia al Camino de Santiago para poner de relevancia al gran interés que ha suscitado la Cuenca del Eo con anterioridad al hallazgo de la tumba del Apóstol Santiago.  Necesariamente el río Eo fue cruzado por Britio, Mailoc, Alfonso I, Silo y por los administradores diocesanos leoneses.  Sin duda utilizaron las calzadas romanas y el camino que en la actualidad se busca situar.
Después de aquel 25 de julio del año 813, en que el monje Pelayo -tras de oficiar misa en San Fiz de Solovio- avistó en noches sucesivas luminarias sobre un bosque cercano y tras informar a su obispo Teodomiro comprueban que habían descubierto la tumba de “Jacobo, filho de Zebedeo e de Salomé, hirmao de San Juan, que matou Herodes en Jerusalen…” , el Obispo de Iria Flavia se traslada a Oviedo informar a su rey Alfonso II El Casto  y este peregrina con su corte a la tumba del Apóstol, en donde manda edificar el primer templo.  Entre la sede episcopal de Iria Flavia y la ciudad de Lugo había por entonces camino firme por Friol y Melide, desde Lugo a Oviedo es de suponer que tanto Teodomiro como el Rey Alfonso II pasasen por la Cuenca del Eo. No sería un itinerario nuevo para el Rey Casto ya que había pasado parte de su infancia en el Monasterio de Samos custodiado por sus tíos Adosinda y Silo.
Coincidentemente la noticia del descubrimiento de la tumba de Santiago Apóstol llega en el Siglo IX, poco después de la coronación de Carlo Magano, en un periodo estable para Europa después de la “era denominada Antigüedad tardía”, en el que se pasa de la producción con esclavos a la producción feudal; en un tiempo que la fe cristiana en Europa no se había perdido pero estaba necesitada de un impulso. Conocida la noticia por el Rey Astur Alfonso II, se lo comunica al Emperador Carlo Magno y al Papa, a la sazón, León III y la nueva se extiende por toda la Cristiandad, cobrando cada vez más relevancia las peregrinaciones a la tumba de Santiago Apóstol en Compostela. Es evidente que esta Cuenca del Euve no estuvo ajena al trajín de la época.
Detallado el flujo peregrino hacía occidente a lo largo de la historia y por diversos motivos dogmáticos, se puede entrar al detalle de las rutas por la Cuenca del Eo, aportando algunos datos históricos y detalles de vestigios de fuerte religiosidad durante siglos. Al menos cuatro hilos de esparto que se entrelazan en la cuerda; el paso en barca por la ría, bien por Figueiras o por Porto, que solo se cita, por ser la más conocida y de afluencia en la actualidad.
La ruta por la margen derecha del río Eo hasta el puente de Abres y continuar a Trabada por Sante, y de allí a Lourenzá y seguir Camino. Una opción investigada por Cándido Sanjurjo y José Joaquín Milas del Bosch en el año 1993 y en la actualidad recientemente señalizada y promocionada. Desde el Campo del Santiago en Piñeira, por el Camino Real hasta Piantón, bordeando la marisma de Vegadeo hacía Miou; apoyada en los vestigios del mesón de Sela de Murias, seguir por el interior de la Casona de La Rua en Abres y cruzar el río por el puente inmemorial, considerado de origen romano y apodado “A ponte vella”. Una opción con total garantía e indicios suficientes para ser considerada una ruta de importante tránsito histórico, no solo de peregrinos, sino mercaderes y otros transportes. El histórico territorio conocido como “Riberas de Sante” es soporte suficiente para que los caminantes eligiesen el valle para transitar camino de Tabulata hasta el monasterio de San Marcos en A Cadeira.
En Sela de Murias  se separa del Camino Real, más utilizado por mercaderes y con destino a la Maragatería y Astorga. Otra posibilidad es sin cruzar el río Eo en Abres seguir por la margen derecha del río, y la parte baja de los pueblos. A buen seguro habrán preferido seguir por la margen derecha por A Ferrería, Lourido, Solmayor, La Antigua y El Llano. No se trata de una ruta difícil de caminar, ni que condicione a rodeos para ir hacía Compostela. En la margen del camino, debajo de Solmayor se conserva una piedra grande, con inscripciones ancestrales ilegibles, popularmente conocida como “O gouño d´ouro”, vestigio que tal vez se pueda interpretar como hito de caminantes o por lo menos cuestionar por qué está en aquel apartado del pueblo. Se llega a El Llano por el barrio de La Torre, emplazamiento en el cual se sabe de la existencia de una vieja edificación cuadrada al menos hasta hace un siglo. La vega del Eo, en Santiso fue objetivo de poblamiento en todas la eras de la historia, tal vez la más destacada de las conocidas sea el asentamiento de los monjes del Cister de Meira en el Siglo XII y otorgamiento de la carta puebla a los habitantes de estas tierras. En documentación de Siglo XIII se intuye la presencia de los Caballeros de la Orden del Temple con base en el cenobio cisterciense de Santiso, pudiendo corroborar este dato, es otro indicio fuerte del paso del Camino por el núcleo santirseño; la misión de Los Templarios en la Península Ibérica fue la protección de peregrinos jacobeos.
Se podrá considerar indiscutible la vinculación del Camino con la Capilla de San Juan; en cuyo interior conserva la conocida como “Pedra dos polvos”, sabido por los estudios arqueológicos que se trata de un hito milenario romano, que está colocado en la sacristía del templo con la finalidad de materializar la creencia de que obteniendo un polvillo, una vez frotado con otra piedra y rociado por la cabeza, cura las cefaleas, después de introducción la cabeza en un hueco de la pared y escuchar el “Canto de los Ángeles”. El campo de San Juan soporta gran carga histórica, con asentamientos mortuorios bajo la capilla y muy probable emplazamiento de culto al Solsticio de verano, anterior a la celebración de San Juan Bautista. El templo llega a la actualidad por la propiedad de la Casa de Amaido, solar de los Santiso desde al menos el Siglo XV, y desde entonces de los García de Santiso, Bermúdez de Santiso, Bermúdez de Castro, etc.  Entorno muy próximo al “Pacio de Arroxín” propiedad durante siglos de los Santiso y desde el Siglo XVI de los Moscoso, Condes de Altamira, Marqueses de Astorga y del Señorío de Villalobos. Y también inmediato a la casa de los Sanjurjo Montenegro y Miranda, cuna del que fue Obispo de Astorga en el Siglo XVI, Fray Antonio Sanjurjo Montenegro y Miranda.  La historia del núcleo de El Llano hace pensar que fue paso obligado del Camino por la margen derecha del Eo. No será desacertado intuir que la peregrinación hacia Santiago está relacionada con la romería a San Juan Bautista y el rito de curación de dolores de cabeza.
 Desde El Llano la ruta a seguir sería por los caminos todavía existentes y presentes en los documentos históricos de propiedad de la tierra, hacía San Andrés, y de allí a la Capilla de Prado, que es filial de la Parroquia de San Salvador de San Tirso de Abres, bajo advocación de San José y la veneración de Santa Elena. Edificio del Siglo XVII con retablo en madera de abedul policromado, réplica del antiguo existente en la iglesia parroquial. Desde Prado la ruta debe seguir poco a poco ganando altura sin demasiado esfuerzo para subir hacia Lugo. Sin mucho rodeo pasando por Xestoso, hoy conocido Santuario mariano de Conforto y seguir ruta por las Villas: Villaodrid (Santiago), Villaemil, Vilaboa (San Julián), Villaermide (San Salvador) y hasta Ribeira de Piquín; y más adelante en la Iglesia de San Juan de Os Baos, morada durante siglos de la Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén.
Una opción más, sería cruzar el río Eo en Abres y caminar por la margen izquierda sin adentrarse en el valle de Sante. Siguiendo otro camino de Villas: Villarbetote, Villaforman (San Juan), Villaxusá, Villasuso, Villapena (Santiago), Villar de Santiago y alcanzar la cota de la altiplanicie lucense por Bretoña. A este camino le avalan indicios fuertes de la existencia de una vía de transito importante. También se conservan en los documentos de propiedad el “Camín de Riutrabada a Augaxosa”, el agro-topónimo “Ventorrillo” que parece referirse a un pequeño “ventorro”, casa de comidas a las afueras de la población. En Salcido la ermita de Santa Apolonia conserva la capilla principal de veneración a Nta. Sra. de la O, advocación también presente en la Capilla del Palacio de El Pividal en Abres y habitual en los templos más antiguos situados al paso del Camino. La ruta cuenta con indicios suficientes para considerar el paso por Villapena, cuya iglesia parroquial bajo la advocación de Santiago Apostol conserva tallas de trazo bajo-medieval. De ahí seguir por Vila de Santiago (Riotorto) y subir a Bretoña.
En conclusión se podrá justificar cada una de las posibilidades de la ruta en cuantos indicios históricos queramos colacionar. Puentes, caminos medievales, fuentes, ventas y mesones, capillas u hospitales son sin duda vestigios ciertos del paso del Camino. También por diversos motivos religiosos y en el plano temporal inmemorial. Solamente la orografía del terreno y la puesta de Sol han sido y serán perennes al paso de los tiempos y creencias. Caminar hacia Poniente, Finisterre o Compostela subiendo la Cuenca del Eo es un camino suave, con clima benigno y terrenos fértiles de los cuales los antiguos hospitaleros podrían cosechar alimento fácilmente para ofrecer al Peregrino.
Por ahora solo la imaginación tiene datos concretos de cada uno de los hilos de esparto que tejen la cuerda del Camino por la Cuenca del Eo.


¡Ultreia et suseia!
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DEL EO AL MONTSACRO, publicado en el diario La Nueva España, el 28/09/2016

A la sazón de la creación de la plataforma de apoyo a la ruta de los veinte mil pasos, que une la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo y las Capillas de Santiago y la Magdalena en el Monsacro de Morcín.

El viernes 23 de septiembre se dieron cita en Santa Eulalia de Morcín casi 50 colectivos de toda la región para la puesta en marcha de la Plataforma ciudadana de apoyo de la Ruta de los veinte mil pasos. No fue el día más importante de la historia del Montsacro, otros más destacados habrán quedado sin reflejar en los papeles; tampoco fue un día de grandes esfuerzos, más costoso le habrá resultado a Toribio en otros tiempos; pero sí fue un día relevante para la dignificación de la montaña dentro de la sociedad actual.

Con un rápido vistazo al pasado y rescatada la historia, sobran los adjetivos epítetos, sobran los laúdes y vítores al pasado; solo hace falta ilusión y altura de miras. Una mirada global en el tiempo y global en lo geográfico, será un buen inicio.

El Montsacro milenario está ahí presente y viviente,  en el centro de la Asturias que apodamos paraíso natural. Los asturianos de hoy tal vez lo teníamos un poco olvidado en el cuarto de los trastos de nuestra memoria colectiva. Ahora toca revitalizar el espacio y divulgar la iniciativa para conocimiento y disfrute en general.

Veinte mil pasos de los que se puede disfrutar de multitud de sensaciones y revalorizar el espacio y su entorno como producto turística; turismo de senderismo, turismo cultural, turismo de montaña, turismo ornitológico, turismo religioso, turismo gastronómico, y posiblemente muchas más expresiones que no atinamos a ver y que el tiempo descubrirá.

Desde todas las comarcas de la Asturias alargada se han suscrito apoyos a la iniciativa; es la realidad de una sociedad comprometida con las señas de identidad de nuestra región. La visión global en lo geográfico se debe proyectar, con este punto de partida, “todo Asturias suscribe la iniciativa”; y bajo el lema de “el Montsacro patrimonio de los asturianos” se podrá proyectar la ruta y la montaña a un ámbito nacional o incluso con interés internacional.

No será necesario mirar el reparto de cargos, ni el liderazgo de la plataforma, sencillamente se trata de una expresión ciudadana que conjuntamente aglutina esfuerzos en una única causa. No mirando hacia los cargos y liderazgo nos queda más campo de visión para disfrutar del paisaje y percibir las sensaciones de la ruta y la tranquilidad del Montsacro. Y quedará más libre la mente para imaginar escolares recorriendo el paisaje y conociendo la historia de Asturias.
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Pequenas laborías tradicionales,  publicado no libro das Festas d´A Veiga 2017

Pra entender o perfil antropológico das comunidades veciñales serán de axuda todo-los detalles da vida de subsistencia, na que se rodeaban os pueblos do baixo Eo hasta mediados do siglo pasado.
Así n´este espacio repasamos pequeñas laborías, que en ocasióis pasan despistadas, por considerarse secundarias, pro que son tan importantes como se falásemos dos oficios máis relevantes da nosa comarca.
Entendendo como oficio tradicional, aquela labor que proporcionaba un xornal fijo e completo a persona que o desempeñaba con maestría, e que taría incluido dentro de una sociedá gremial; e n´outro lote as costumbres tradicionales, aquelas labores que se usaron repetidas veces de forma habitual e d´afeito, todo-los días. Estas laborías que pretendemos rescatar n´este espacio, non se poden considerar costumbres, pero tampouco encaixan na clasificación de oficios.
Na secuencia da vida dos pueblos a colaboraicón veiñal foi fundamental, se non fose así, non houvese sido posible un desarrollo social en muitas comunidadades, así é como estas laborías son tan importantes na vida diaria.
Con este relatorio preténdese traer a memoria do lector, e así diginificar, aquelas funcióis de xente discreta e humilde que facían as súa labor no conjunto da comunidá.
Levar augua da fonte a casa era unha labor que en muitos casos non o facía a xente da propia casa, se non que se encargaba a algún vecín que se dedicaba a eso; n´unhos casos por ser casa pudiente, e n´outros casos por ser unha persona impedida pra ese esforzo. Así, entre a necesidá de un vecín e a axuda de outro, había un acordo –por suposto verbal- en donde se suministraba de augua a casa pro consumo de cada día. Era esta unha labor que facían principalmente as mulleres, que levaba un caldeiro na cabeza e outro na mao. Rara vez se pagaba en cartos, aunque algunha vez sí, o maís habitual era pagar en productos da horta ou da casa, e tamen as veces en servicios, como coser a roupa de quen facía o servicio.
Fiar e calcetar foi unha labor sempre presente nas casas rurales. Aunque na comarca do baixo Eo ó maís común foi facer prendas de lá de ovella, tamén se usaba o lín. En muitas familias cada casa facía o  seo proceso de transformación da lá e lín en prendas; pero había quen encargaba o traballo a outras mulleres que se dispoñían pra eo. Recibían os encargos e tamen a materia prima, xa algo procesada; elas aproveitaban os pedazos de tempo suelto para facer todo o proceso de cardar, fiar, torcer, calcetar e tejer. Así entregaban os encargos os clientes; rara vez cobraban en cartos, o máis común era cobrar en productos da horta, en grao de trigo, ou en pan xa cocido.
A falta de medios rápidos de transporte facía máis habitual a necesidá de acumular necesidades de cada día; así aparece a labor dos recadeiros, que desempeñaban homes ou mulleres. As familias xuntaban a lista de cusas que lles facía falta e chamaban a un recadeiro que todas as semanas iba os mercados con encargos de unhos e outros. Casí sempre traer algo que faltaba na casa; pero tamen levaban, sobre todo paquetes pra facturar en algún transporte.   Este servicios as veces podía cobrarse en cartos ou en pan, ben fose grao ou fogaza.
Lavar a roupa no río, foi outra laboría que se encargou muitas veces a mulleres que se dedicaban a ofrecer o servicio. Algo que toda-las mulleres sabían facer, pero por non poder, ou por ser de familia pudiente, muitas veces se encargaba. O habitual era intercambiar servicios, unha familia humilde non tiña forma de pagar a unha costureira, pero si iba lavar a roupa de unha casa pudiente cosialles a roupa toda xunta.
Os conocementos de enxertar árboles frutales taban limitados a personas entendidas e –por suposto- curiosas e mañosas. Quen se dedicaba a enxertar e podar árboles iba ás casas donde o chamaban, e normalmente levaba a ferramenta que lle fixese falta, tamen levaba o pez xa listo e gárcios de variedades distintas. Esta era unha labor que se fose analizada por o conocemento técnico, ben podía considerarse un oficio, pero nunca chegou a ser sustento único dún xornal, por ser puntual; tampouco era una labor que se cobrase en cartos.
No trascurrir dos tempos, houvo labores secundarias e puntuales, que foron desempeñadas pro xente con certos conocementos e que poucas veces se tein en conta pra definir e investigar a vida rural de subsistencia; como por ejemplo os cordeleiros. Homes que sabían facer cordas de esparto, concían a forma de intrincar e conseguir un adibal ou rello da medida que fixese falta. E de paso facían outros aparellos necesarios pro manejo dos animales, como cabezadas pra un burro ou doblas pra xoncer os bois.
En outro bloque pódese descifrar labores agrarias que axudababan ó desarrollo dos pueblos. Situados nunha vida agrícola e ganadera de subsistencia, calquer producto que se poidese vender sería muy apreciado, pra xuntar unhos cartiños, que sempre facía falta pra pagar algo. Así se fixo común ir as pinas o monte e vendelas nos mercados. Ir o loureiro pra vender a algún camión que pasaba unha vez por semana; esta labor era sencilla, había que cortar ramas de loureiro, despóis na casa sacar as follas das ramas, lavar un pouco e entregalo no camión en sacos cosidos. Nunha semana calquer familia sacaba de loureiro tantos cartos como lle facían falta pra comprar productos básicos de alimentación.
Houvo familias humildes que viviron compaginando pequenas labores secundarias, sin un oficio concreto, pero que xuntando os conocementos de varias técnicas sacaban pra comer e xuntaban cartos pra ir vivindo sin facerse ricos. Un home mañoso de paso que iba enxertar unhos frutales, tamen arreglaba unha corda ou sellaba unha pota, porque sabía tamen algo de cerralleiro, e se cadraba ben, estañaba algún metal roto. Unha muller tal vez carretase augua por as mañás, facía algún recado a medio día e fiaba mentras vigilaba o almorzo ou cuidaba os cativos.
A diferencia entre cobrar en cartos, cobrar en productos da horta, ou cambiar servicios, non taba establecida por norma; simplemente se cambiaba ou cobraba según mellor acordasen ambas partes. As veces en cartos, por poucos que fosen, pero outras veces por unha onza de chocolate que se non ha daban nunha casa rica, non se vía nun pueblo en toda a roda do ano.


HORNORES Y DISTINCIONES PARA HOMBRE BUENOS, publicado en el Libro de las fiestas de Vegadeo 2016.

Escribe Arturo Pérez Reverte “…en tiempos de oscuridad siempre hubo hombres buenos que, orientados por la razón, lucharon por traer a sus compatriotas las luces y el progreso,…”  comienza así el avance de la novela “Hombres buenos”.
Desplazado el contexto desde la Real Academia Española a la comarca del Eo; y movidos en el tiempo del Siglo XVIII al XXI; dedicaré el espacio de este año a recordar la labor silenciosa, pero no por ello menos importante, de los que podemos llamar “hombres buenos de la comarca del bajo Eo”.
Durante el año 2015 desaparecieron físicamente tres personas vinculadas al movimiento cultural y educativo. Félix Menéndez, Francisco López y José Luis Díaz. No fueron grandes empresarios, ni políticos destacados, ni artistas relevantes; son -ahora en el recuerdo- hombres que “trataron por todos los medios de traer las luces y el progreso”.
Son tres maestros. Personas que han destinado la mayor parte de sus vidas a la didáctica; a mostrar y ofrecer al público el conocimiento en el más amplio sentido del término. Bibliotecario, docente y guía; al margen de ser directores  de sus casas, los tres han conseguido que el recuerdo les sitúe de forma perenne en las casas que dirigieron al servicio del público durante décadas.
No pudieron alcanzar la media de edad, pero sí sus obras han dejado una didáctica por encima de la media en rigor y profesionalidad.
Laudatorios post mortem a parte. La comarca del bajo Eo seguirá descubriendo por mucho tiempo la obra de los tres maestros, que -aunque no conectados entre sí- hicieron didáctica de comportamiento social y humano, a la vez que acercaban el conocimiento, “las luces y el progreso”.
Coincide la sociedad y las entidades locales en reconocer a los tres por separado, con honores y distinciones similares entres si, a la par que apropiadas a cada uno en individual.
Auditorio Félix Menéndez en Vegadeo, Colegio Público Francisco López en Castropol e Hijo Predilecto de Santa Eulalia de Oscos a José Luis Díaz. Los nombres de “tres hombres buenos” grabados en las entradas de los edificios públicos de servicio cultural y educativo servirán de recuerdo y guía de protocolo de gestión eficaz y eficiente de los servicios públicos culturales de la administración.
Honores y distinciones a los que se suma la sala de exposiciones Luis Fega de Vegadeo y se añaden al inventario del Centro social Cándido Sanjurjo de Abres y a los que cabría añadir una lista de nombres y espacios tan apropiada, como arriesgada de alcanzar concilio justo para la memoria de las personas.
Hay honores y distinciones y –por encima de todo- habrá recuerdo mientras un niño pregunte en la biblioteca ¿cuándo vuelve Félix?, mientras un licenciado o doctorado se acuerde de Don Paco cuando iba a párvulos y mientras un usuario retenga en su memoria las explicaciones doctas de José Luis de Alexos.
Hombres buenos a los que su obra no le será indiferente a la historia, al menos a la historia de este “Pequeño país de cuento”.

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UN CESTO PRO FUTURO, publicado no libro das Festas d´A Veiga 2015.

Quen fai un cesto, fai un cento; muitas veces escuitamos decir este refrán pra facer referencia a traballos repetitivos. Xahora que tamén se dí, con bringas e tempo calquera fai un cesto; toda situación ou traballo ten a sua complicación por repetitivo que nos pareza.
Recurro o sabio refraneiro oral pra pararse a pensar cómo tecer as formas de comportamento humano. O home –como un animal máis en equilibrio na naturaleza- leva toda a historia luitando, medrando, correndo, caendo e levantandose, pro en constante evolución e desarrollo. Sempre vamos atopando solucióis; será que tan na nosa memoria genética heredada sin darnos conta.
A menudo acostumbramos a valorar aquello que non temos, e por o contrario, non apreciamos o que temos cerca, outras veces danos por estropear o que non é noso e despóis gastamos tempo e cartos en amañalo. Esto ocurre muito cando abusamos da naturaleza, que non é nosa, é das generacióis futuras.
Cantas veces quixéramos ter aquelo que perdemos, ou falar aquela conversación que quedou pendiente. Gracias a que vivimos -hasta fai poucos anos- un desarrollo lento; hoy temos unha herencia oral cargada de valores de comportamiento humano, que pasan desapercibidos, peró que tan cheos de claves pro desarrollo de futuras generacióis.
Valores como a solidaridá, a paciencia, a entrega o pueblo, chegan a nosoutros dentro de costumbres e tradicióis; e tamén valores de sociedá dentro da vida cotidiana, e por suposto incluidas na organización das festas, feiras e mercados.
Cada vez podemos saber máis detalles de cómo foron os tempos pasados, peró de forma genérica, sin profundizar. A vida das sociedades escápasenos do entendemento, non quedou na historia por considerarse de pouca importancia. Como irrelevante nos parece encuitar o que nos conta a herencia oral. Hasta que a votemos en falta cando se perda.
É fácil pensar que tamos vivindo un cambio de era,  e por tanto, resulta probable que a nosa misión no engranaje da historia, sea potenciar valores ancestrales e actualizalos pra ser aproveitados por generacióis futuras.
Tal vez sea o momento de facer inventario de valores heredados, e de mirar cómo tecelos pa preparar o cesto, por si lles fai falta os que viran detrás.
Quixeramos haber tado presentes no día a día da comarca, e mirar cómo amañaron de vivir en outros cambios de costumbres que foi presentando a historia os nosos antecesores, peró eso tampouco ta o noso alcance.
Ben seguro que as Festas do quince han ser a disculpa pra xuntarnos, falar, recordar, disfrutar e pensar. Antes disfrutando en directo cos fuegos de artificio de Piñeiro, hoy –tal vez- para muitos teña que ser por medio de Facebook e Instagram; pero o caso é disfrutar, porque alí dónde temos en cada momento hemos de rebuscar na herencia oral e ejercer de Egobarros, dando honra o carácter aberto a xente de paso, como habitantes que somos de fronteira.
O home –animal- xa imbrincou máis cestos, así que este -con bringas en tempo- tamén ha salir.
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FÉLIX, HOMBRE BUENO PARA OSCOS EO. publicado en el diario La Nueva España, el 17/04/2015.

Resulta difícil escribir de forma objetiva sobre la persona de un amigo que acaba de fallecer repentinamente. Cierto es que se puede echar mano de las herramientas que él fue inculcando, y que atesoro con agradecimiento infinito.
En la comarca Oscos Eo había muchos caminos sin asfalto y pueblos sin luz eléctrica cuando llegó este paisano de Alava (Salas) con motivo del proyecto “Cultural Campo”. Primero con la maleta Lula cargada de libros de préstamo, que Félix desplazaba por los municipios acercando la lectura a los infantiles; y más tarde fue tiempo de impulsar la fundación de asociaciones culturales y una variada oferta cultural.
Un equipo de “hombres buenos” que acercaron la luz de la cultura a una zona rural hasta entonces desamparada. En aquellas fechas -de luz y progreso- ya nuestro amigo sostenía su humilde lámpara.
Acabado el proyecto dejó la comarca un verano y regresó a su aldea natal, “a segar y recoger el seco” en la casería familiar; pero sin mucho tardar como si la comarca Oscos Eo por él gritase, accedió a la plaza de bibliotecario de Vegadeo.
Sin duda “encontró postura”, en su profesión y en la ribera del Eo.
Desde “la casa”, coordinó la gestión cultural veigueña en una amplia y polifacética labor con un alto grado de lealtad a su profesión, a la vez que inmerso en un aura de humildad y discreción.
Cada día de la semana recolocaba una sección de la biblioteca, ya que el paso de usuarios lleva a desordenar los libros, labor que hacía de rodillas en las muchas estanterías bajas; y siempre atento si había “gente en el mostrador” esperando alguna consulta; un asesoramiento que ofrecía siempre acorde a cada usuario y con la honestidad característica.
Especial protección y respeto guardaba al fondo antiguo de la Biblioteca Emilio y Armando Cotarelo, por cuya catalogación recibió el primer premio Padre Patac en 1994. Y siempre pensando en como mejorar el servicio que se podía ofrecer desde la casa.
Solo desde una personalidad altamente generosa y entregada al bien común se pude desarrollar una labor tan íntegra desde una casa de cultura. Una persona permanentemente didáctica con su comportamiento y forma de ser, sabiendo ocupar el lugar que le correspondía en cada situación.
Resulta admirable su capacidad para disponer de una opinión y consejo  acertado, en cualquier momento que le fuese requerido; y a la vez mantenerse callado si no se le pedía expresamente.
Sus mensajes honestos y silenciosos retumban ahora en los oídos de muchas personas que encontraron en la Casa de Cultura de Vegadeo al consejero de lectura, colaborador de estudios, agitador cultural o aprendieron a enrollar cables de sonido para su buen uso.
Valores humanos que Félix exportó con la participación en jurados de concursos literarios, conferenciante, investigador o asesor cultural.
Tras su paso queda el imborrable recuerdo, y una nómina de discípulos, bibliotecarios, lectores y usuarios agradecidos.
De estos días de despedida  resalto una imagen tan representativa como triste, a la vez que reconfortante; volví la vista atrás y pude ver mucha gente delante de la Casa de Cultural mirando como el coche fúnebre alejaba al bibliotecario de la que fue su casa, en un silencio, solo roto por un sentido, sincero y sencillo aplauso, acorde con su personalidad.
Seguramente entre las paredes de la biblioteca resonaba  la palabra, que Félix entonaba cada día a la hora de cierre con voz de barítono, “¡vamonos!”.

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RUFINO, MENSAJERO DE AMISTAD, publicado en el diario La Nueva España, el 26/10/2014

La despedida de Rufino Roces entristece a Langreo y a todo el movimiento sociocultural asturiano. Su vida entregada a la creación y coordinación de entidades culturales es sin duda un referente en esta región.
Solo una persona con la sensibilidad que tenía Rufino puede entregarse de forma tan constante e intensa al servicio del bien común durante más de medio siglo.
Fue mensajero desmedido de amistad y de bien por todo Asturias, con una tremenda capacidad para cohesionar esfuerzos y voluntades. Siempre portador de herramientas necesarias para el buen desarrollo cultural y humano. La generosidad, verdad, altura de miras, tenacidad y paciencia entre los útiles que portaba y de los cuales hacía uso sin reparos en cualquier momento.
Rufino se convirtió en amigo desde el primer instante que nos conocimos: desde entonces cada encuentro se convertía en una enseñanza de conocimiento social, humanismo y humildad.

Ahora que el maestro se apagó es el momento de que todos los que disfrutamos de su amistad y compañía hagamos brillar la luz de los conocimientos compartidos y pongamos en práctica sus consejos, que tan necesarios son en la sociedad actual.

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LA PALABRA POR HERENCIA, publicado en el diario La Nueva España el 18/09/2014

Síntesis del Pregón de las Fiestas de la Santina en el Centro Asturiano de Cantabria. Santander, 12 de septiembre de 2014

A menudo acostumbramos a valorar aquello que no tenemos, que hemos perdido, o que no podemos disfrutar; por lo contrario en ocasiones no apreciamos lo que tenemos próximo.
Trato de ponerme en el lugar de los emigrantes que festejan el Día de Asturias fuera de la región. Contra la añoranza luchan los centros asturianos para que todos se sientan como en casa. Si bien los asturianos ejercemos nuestra forma de ser allí donde vamos o dónde residimos.
Similar nos ocurre con los valores que nos llegan por herencia oral, o por memoria genética. Cierto es que vivimos en una sociedad materialista, en donde ciertos valores sociales parecen ocupar un segundo plano.
Las sociedades rurales tradicionales de Asturias y comunidades limítrofes vivieron durante siglos  en un desarrollo lento; “cultivando la tierra y obteniendo el fruto con el sudor de la frente”. Dentro de la cultura tradicional pasan casi desapercibidos valores que nos parecen secundarios pero puede que sean claves para el desarrollo de futuras generaciones.
Valores como la solidaridad, la paciencia, la tenacidad, hospitalidad, y otros muchos que llegan a nosotros en herencia oral dentro de oficios y costumbres tradicionales.
Nuestros ancestros no se mueren del todo mientras les recordemos y hagamos útil su herencia oral. Aunque la inercia nos indique que nos toca enterrar formas de vida antiguas, en muestro haber está el rescatar esos valores que hemos heredado y ofrecerlos a generaciones futuras como forma de desarrollo económico. Un desarrollo sociorural que puede ser la base de una recuperación económica definitiva.
Asturias es la mejor de las aulas didácticas; indistinto es el recorrido o el espacio. En la región encontramos vivos verdaderos archivos orales cargados de conocimientos ancestrales.
Una vez agotados los recursos museísticos es el momento de poner en relevancia y dignificar la herencia oral.
Apuesta difícil y complicada, pero no menos que tocar la gaita o escanciar sidra.
Tal vez estemos viviendo un cambio de era, y como tal, es probable que nuestra misión en el engranaje de la historia sea potenciar valores ancestrales y actualizarlos para su provecho.
Colgamos el arado romano en el museo y sidrerías, archivamos el testimonio del carpintero, pero los valores humanos de la historial oral de los carpinteros hemos de recuperarlos y transcribirlos para el desarrollo futuro.
El asilamiento geográfico dio lugar a un desarrollo tardío, aprovechemos esta circunstancia; y –ya que tenemos frescas y presentes las tradiciones- hemos de darles uso y de esta forma no defraudaremos la herencia oral.
Convivimos con una generación de personas que han experimentado los mayores cambios de la historia; desde la llegada de la revolución industrial, la tecnológica, la informática y el gran mundo globalizado de las comunicaciones.
La tendencia es caminar hacía una forma de actuar individualista, cortoplacista y materialista; muy en contraposición con la herencia oral transmitida hasta hace unas décadas.
En la asturianía también destacan valores y conductas que nos ayudaran a un desarrollo del conocimiento individual y colectivo.
Allí donde nos encontremos hemos de rebuscar en la herencia  oral de cada uno y ejercer de asturianos dentro y fuera de la región; haciendo gala de las lecciones de historia, humanística y ciencia que hemos recibido por medio de la palabra.
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PRETÉRITO PERFECTO, publicado no libro das Festas d´A Veiga 2014

Muitas veces decimos e escuitamos referencias o pasado; os tempos de antes, a xente que xa non tá; “-agora non é como antes…”, “-esto antes era d´este xeito…”.
Se nos paramos a pensar, preguntando: ¿antes, de qué?, ¿antes, cándo?, ¿por qué esta comparación?, ¿qué votamos en falta?
Podemos pillar unha realidá histórica -ou duas- e analizar se son as que facemos referencia cando decimos “antes”.
A revolución industrial tardou casi 70 en chegar a comarca do Eo; o tren de Vilaodrid a Ribadeo é o gran prolleto que introduce as máquinas nesta terra. Pouco a pouco tamen foron chegando os motores de mallar o trigo. A este punto podemos recordar a Antolín Santos Mediante. En 1926 o poeta taramundés afincado na Veiga, fai referencias o pasado rematando un poema dedicado o malle d´este xeito:
“Os amantes do pasado, /
os namorados do enxebre, /
non eivados pola febre /
do progreso tan louvado, /
vendo por el aldraxado /
o malle airoso e prantón /
a esa enmeigada invención /
gardámoslle xusta inquina, /
que cheirando a gasolina /
espantou a tradición.”
Os motores deron paso a un desarrollo económico, e foise acabando con aquelas precarias formas de vivir da agricultura e ganadería de subsistencia. A xente habitaba os lugares seguindo formas de vida melloradas o largo da historia, pero sempre en equilibrio ca naturaleza.
A explotación do medio rural no siglo XX era muy parecida o que se describe en Génesis.5:
“con trabajo sacarás de la tierra tu alimento todo el tiempo de tu vida. […] Con sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra…”
Texto da Biblia que ronda os 20 siglos de antigüedá.
Os homes cortaban os cataños e salgueiros das veiras do ríos pra facer zocas, galochas, cestos, mangos de ferramenta e outros aperos; éstas cortas selectivas de explotación da naturaleza axudaban a conservar os cauces e a pervivencia de peces na augua. Con sentido se cortanban as xotas de castaño e con espero se tecían os cestos.
A vida debía ser parecida a do “licenciado vidriera” que nos relata Cervantes en 1613, que andaba por os camiños a xeito por medo a que lle romperan os hosos en pedazos. Vida lenta e tranquila para que nada se rompa, pra que todo siga en equilibrio.
Vida dedicada o culto en todas a suas acepcióis. Una forma de manejar os animales e a terra pra vivir e subsistir en equilibrio co medio natural. De ahí a agricultura, o culto da terra; a selvicultura, cultivar a selva, traballar o monte. E un respeto a todo o entorno tamén de unha forma culta.
Así vivíase explotando as terras e montes; e tamén  a  vez –casi sin darse conta- conservando a naturaleza.

Podemos definir outro “momento antes”; difícil de situar no tempo. Un pretérito imperfecto; poñendo como punto de inflexión a revolución informática e a vida en 2.0. Máis próximo no tempo, pero lonxe d´aquel pasado  co que empezamos.

A Premio Nóbel de Literatura Doris Lessing cando recolleo o Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2001 decía:
“La educación de antaño habría contemplado la literatura e historia griegas y latinas, y la Biblia, como la base para todo lo demás.[…] Una persona culta de Argentina se reunía con alguien similar de España, […] y se comprendían, compartían una cultura, podían referirse a los mismos libros, obras de teatro, poemas, cuadros, que formaban un entramado de referencias e informaciones que eran como la historia compartida de lo mejor que la mente humana había pensado, dicho y escrito. Esto ya no existe”  
Aquel otoño “11S” a escritora británica trouxo a Oviedo esta reflexión tamén añorando un pasado similar o que pensamos cando nos referimos a “antes”; neste caso sería antes de vivir dependientes d´un ordenador e d´un móvil.
Evitando que éste artículo sea como un anuncio de “antes y después” podemos reflexionar brevemente cómo vivimos. Agóra tal vez vivamos en certo desquilibrio ca naturaleza. Homo sapiens sapiens, gracias a evolución, ten que inventar -no siglo XXI- normativas e castigos  pra corregir daños e desajustes que siglos atrás no se cometían.
Tamén Adolfo Suárez fixo referencia o paso do tempo en momentos difucultá, ilusión e reto; citaba entonces a Antonio Machado:
Está el hoy abierto al mañana /
mañana al infinito /
[…] /
Ni el pasado ha muerto /
Ni está el mañana ni el ayer escrito”
Así que: co presente aberto, o pretérito vivo, temos o futuro por descubrir.
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A VEIGA RÍO ARRIBA. publicado libro das Festas d´A Veiga 2013

¿Vas o quince? Esta frase corta dice todo na comarca do Eo, solo se dice así río arriba , en Abres e Santiso. É a frase máis oída na semana das mallas do trigo. Todos queren ir todolos anos ás “festas do quince” da Veiga. Pra unhos as verbenas do catroce, do quince e do dezaseis; outros cambian todo eso por a feira dos cabalos do catorce. A conta é que as festas do quince dan para entretener a todos.
Agora os nenos xa non se sorprenden con ver os gigantes e cabezudos, fai unhos anos o desfile era pra os máis pequenos como descubrir os personajes dun cuento; tal vez quede a inocencia de algún cativo que se quede ca boca aberta e o corpo cheo de gozo; esa mágia tamén a dan as festas do quince.
Hasta fai 30 anos por Santiso –e parecido noutros pueblos- se alguén quería ver a unha persona sabía donde encontrala; porque todos tiñan os mismo hábitos; un deles era ir o mercado a Veiga cada sábado, e tamén as feitas da Silvallá e do catorce. Se un labrego quería comprar un burro iba a ver se na feira taba tal tratante; se había animal que valera e o tratante se “poñía a tiro” sellabase aquel trato de palabra, despóis de un tira e afloxa que nunca faltaba; era así –con un apretón de maos- como se firmaba o compromiso, todo un ejemplo de tradición oral; claro ta que a palabra dun home valía como a sua firma. O animal podía ir pra casa –a prueba- e os paisanos quedaba en verse en quince días no mercado na Veiga; non había outra forma de comunicarse, así que según o acrodado, se o animal cumplía na casa, pagaba. Nunha esquina do Cantábrico ou no Asturias, con duas copas por medio, o paisano sacaba un lote de cartos e empezaba a desenvolver gomas, lambia os dedos e iba poñendo o montón derriba da mesa, e se cadraba inda añadía:
        os 125.000 rales acordados* que son os 20.000 pesos van ahí, ¿ou non?
        si, si tá ben oh.
        conta.
        ta contado, xa contache tu.
        Bueno pois salú.
        Salú
Trataban 125.000 reales, contaba 20.000 pesos e pousaba 100.000 pesetas en billetes co estampado de Carlos III, Pérez Galdós e outros de Rosalía de Castro.
Era así como o mercado do catorte axudaba a comunicación, a relación entre campesinos e propiciaba o desarrollo do campo. Aquel home comprara unha res boa e o tratante fixera unhos cartiños.
A comunicación era cada oito ou quince día, cadrando no mercado da Veiga, solo 30 anos despóis se mandamos un whatsapp e non nos respnden o medio minuto xa tamos desconfiando.   

Noutro orden, as festas do quince río arriba hoy chaman a xente por os carteles das orquestas e por os fuegos do catorce. Se o espectáculo é atractivo, o éxito tá asegurado. A frase é: “vas o quince ¿ou?”. Verbenas e festa, con variedá pra todas as edades, a Veiga acolle todo o público.
Fará 50 anos que o gran atractivo na verbena no catorce o poñía o fogueteiro de Santiso Manuel Piñeiro, que triunfaba en todas as festas da comarca con fuegos de artificio con figuras en movimiento; as figuras dun ferreiro mazando ferro e saltando chispas, as primeiras palmeras no aire eran todo un atractivo.
Tamen as verbenas do dezaseis con complemento en Parque los Pinos foron nunha época unha referencia río arriba.

Non solo nas festas do quince a Veiga é unha referencia de festa, comercio e mercado. Casa sábado se vas dar unha volta a Veiga algo se atopa.

Volvendo a aqueles anos 80 o Canceleiro e despóis o Louro era a línea de autobús que comunicaba Pontenova ca Veiga; baixaban os que quería comprar un cocho, os que iban a fruta, as mulleres que levaban cebolín para vender e inda algunha que levaba unha pita ou conexos de estraperlo dentro dunha cesta.

E antes de todo esto, nos anos 40 e 50 a Veiga chegaban as escondidas as mulleres con productos de estaperlo. Baixando por o camín de Miou viñan os hovos de toda a comarca do Eo, hasta Lorenzana; trigo desde A Pontenova; todo entraba por Miou e Louteiro, xahora o puente de Porto taba controlado por o pago do arbitrio. Era a Veiga o centro do mercado, a villa tiña mercado de hovos o que viñan mayoristas comprar. Era a Veiga –xa daquela- o centro do mercado e comercio da comarca.
Tres etapas: anos 50 e 80 do siglo XX e os trece primeiros do siglo XXI, donde a Veiga é referente por os mercados, por a Silvallá e por as festas do quince. Que así sea –por lo menos- dentro de outros trinta anos.

Nota:
* 125.000 reales (rales), 20.000 pesos, 100.000 pesetas, 600 Euros, fai 3 anos era o precio dun cabalo bon, hoy é o sueldo dun mes.
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Carrera 2.02 – 2.11, publicado en el Libro de las Fiestas de Vagadeo 2012.

Para todos, un día inolvidable;  para los mayores, una recompensa; para los niños, una referencia; para el pueblo, la gran promoción; y para algunos, una satisfacción. Esta frase resume lo que significó para San Tirso de Abres la concesión del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias y la visita de D. Felipe y Dña Letizia al concejo más occidental de la región.
Han pasado nueve años entre aquella imagen cuando José Suárez “Lenín” recibía el premio en La Foz de Morcín, y la vivencia del saludo respetuoso al heredero de la Corona y al levantar la vista, -como un paisano- sonreía mientras el sol brillaba en su cara a la vez que hacia entrega del premio. La imagen de Lenín al lado del Príncipes hizo pensar que los santirseños también se merecían una recompensa por su vida en el campo.
Al principio fue una ilusión utópica, que terminó por convertirse en realidad, y a cuya situación tuvimos que adaptarnos y luchar para conseguir la meta por más lejos que nos parecía.
La plaza estaba igual que si la describiese el Dúo Sacapuntas. La emoción se notaba en todos los rostros. Toca intervenir agradeciendo el Premio; aquellas palabras fueron saliendo de la boca y en la esquina de la plaza había quien las recitaba entre los dientes porque también se las sabía de memoria. Después de aquel párrafo…
 “…Altezas, cuando tengan la oportunidad de saludar a estos hombres y mujeres y ver la sonrisa de sus caras con el campo marcado en la frente, al estrechar esos dedos torcidos por el trabajo duro, sepan, Altezas, que están tocando pequeños pedazos de historia de la Asturias más occidental.”
La plaza cortó en aplausos y todo el cuerpo empezó a temblar; las cuerdas vocales se habían negado pero había que seguir porque faltaba el párrafo final en lengua materna.
Las caras de los compañeros de las juntas directivas actuales y anteriores fueron sonriendo al paso del saludo de los Príncipes; muchas eran aquellas caras que en el invierno de 2002 acordaban consolidar los proyectos que se estaban poniendo en marcha y preparar una candidatura sólida a largo plazo.
Pero fue Luis Felipe Fernández el que hizo de catalizador, cuando en la emisora de radio durante la semana santa de 2007 me dijo en antena “tenéis una candidatura excepcional”, y así fue como tuve que desvelar lo que hasta entonces era un secreto. Luis nos animó a todos a coordinar la iniciativa porque a su entender estaba ya madura.
Fueron necesarios dieciséis meses entre 2007 y 2008 para preparar el dossier de la candidatura, investigación sobre el pueblo y para descubrir aspectos destacables de los santirseños. Como garantía había una actividad de veinte años de la Asociación San Tirso del Eo y la creación de varias asociaciones de mujeres y de tercera edad, que todas juntas formaban un tejido asociativo sólido.

Sus Altezas Reales fueron pasando por la muestra de oficios, “tocando aquellos pedazos de Asturias”, hombres y mujeres que conservaron la ilusión y tesón para sacar adelante el sueño; y que años antes habían colaborado para encuadernar la documentación en formatos genuinos: tapas de madera, de pizarra, una carpeta en cesta y encuadernado en hoja de maíz.
Don Felipe y Dña Letizia visualizaron la muestra y entablaron conversación con los portadores de tradición oral a la vez que estas personas repasaban en sus adentros las vidas del trabajo en el campo y añoraban las actividades en las que participaron a lo largo de los últimos diez años.

Treinta y seis  días antes todo Asturias recibía la noticia de que San Tirso de Abres había ganado el premio más prestigioso de la región. Se disipaba entonces la duda de la pertenencia del concejo a la comunidad autónoma. En el pueblo fueron catorce horas de fiesta: abrazos, palmas, sidra, cena, música y baile; nunca había separado los pies de la tierra tantos metros sin subir a una escalera hasta que surgió la ocurrencia de mantear.

Don Felipe y Dña Letizia disfrutaron del pueblo en un recorrido completo; el Centro de interpretación de la pesca en el Eo, la alfombra floral, la firma en el libro de honor del Ayuntamiento, la muestra de oficios y costumbres, la iglesia y el centro social.
Después del paseo por la alfombra floral; bajo el sol radiante de otoño el Heredero de la Corona -entre aplausos- descubrió la placa conmemorativa del día. Y muy cerca se sentía la emoción de ver el trabajo terminado; las manos de tres generaciones de artesanos dieron forma al monumento que estaba perfeccionándose en la mente y en secreto desde dos años antes.
El castaño centenario, después de luchar por sobrevivir se había secado en pie y ahora alberga las representaciones de una cultura también centenaria, con raíces de piedra sólida que se agarran al suelo santirseño, con el sello del día más importante de su historia reciente del pueblo.

Saludando a todo el público Dña Letizia se encontró con Adriana y se paró el tiempo entre besos, achuchones, caricias y sonrisas que se intercambiaron las asturianas.
El reloj tocaba las dos de la tarde cuando Carola dijo a D. Felipe las frases mágicas que recogieron hasta las revistas del corazón. Fue la nota de simpatía que recibieron los Príncipes de Asturias en respuesta a su cariñosa visita. Ciento quince personas se relajaban porque todo había salido bien.
Posteriormente la visita a la iglesia parroquial donde sorprendió a Sus Altezas la imagen de La Santina de Covadonga. Y rematar con una espicha con todo el pueblo.
El pueblo más alejado del centro de la región, con formas de vida muy humildes había sido visitado por la Casa Real, para la entrega del Premio al Pueblo.
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INTERVENCIÓN EN EL ACTO INSTITUCIONAL DE ENTREGA DEL PREMIO AL PUEBLO EJEMPLAR DE ASTURIAS A LA COMUNIDAD VECINAL DE SAN TIRSO DE ABRES, sábado 22/10/2011-
 Altezas, Autoridades, Vecinos, Señoras y Señores.

En palabras de esta tierra, hoy é día santo en San Tirso de Abres. (1)
Altezas, el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias concedido a la Comunidad Vecinal de San Tirso de Abres significa mucho más que un galardón, es para nosotros el máximo reconocimiento que se puede obtener de la más prestigiosa institución y respalda el sentir asturiano de los santirseños que se afanan por que su cultura rural no desaparezca.
Señor, la Fundación que lleva Vuestro Nombre cada año realza un pueblín de Asturias; y en esta ocasión, el jurado ha determinado que fuese el concejo más occidental de nuestra región. Para nosotros es todo un honor que nunca acabaremos de agradecer a todos y cada uno de los miembros del jurado y de la Fundación Príncipe de Asturias.
Altezas, San Tirso de Abres es una comunidad asentada en la cuenca baja del río Eo que recibe pescadores desde hace casi un siglo. Tal vez sea por esta circunstancia, o por ser tierra de frontera, por lo que se ha forjado entre las gentes de este pueblo una identidad de marcada hospitalidad que fue quedando a modo de herencia genética. De la misma forma, aquel vivir de la agricultura y ganadería de subsistencia marcó unas pautas de trabajo comunitario y solidario. Así pues, hospitalidad, solidaridad y trabajo comunitario constituyen tres valores muy arraigados en nuestra vida de antaño y muy presentes incluso en este mundo tan globalizado.
Desde hace un cuarto de siglo la comunidad vecinal, a través de la creación de la Asociación San Tirso del Eo, se viene empleando en dinamizar culturalmente el municipio. En el año 2002 se forja el Plan de Recuperación de la Cultura Tradicional aprovechando la fuerte predisposición de los vecinos al trabajo comunitario y la muy presente forma de vida agraria. Estos planes ofrecen encuentros entre generaciones en el medio rural, invitan a descubrir opciones de creación de empresa. y nos sorprenden con fórmulas para lograr un turismo rural de calidad.
Paralelamente, desde el año 2006, se fue formando un tejido asociativo en el concejo con la creación de la Asociación de Mujeres Rurales Renacer, la Asociación de personas de la Tercera Edad San Salvador, la Asociación de Turismo Rural y cuatro asociaciones de vecinos que vinieron a cumplimentar la actividad sociocultural de la Asociación San Tirso del Eo.
El pasado día 12 de septiembre fue, después de este en que recibimos a Sus Altezas Reales, el segundo más importante de la historia reciente de San Tirso de Abres. La alegría se desbordó en todos los hogares al conocer la noticia del premio y todos los hogares quedaron vacíos a los pocos minutos a medida que la plaza iba estando llena y se sucedían los abrazos.
Altezas, hemos hablado del Grupo de Portadores de Tradición Oral, personas que vieron cómo sus oficios y costumbres quedaban en desuso y ahora, en la vejez, se afanan en transmitirlos a las poblaciones infantiles y juveniles. Y así, con gran sacrificio y mucho entusiasmo han conseguido que estos conocimientos ancestrales sigan vivos en la memoria de los niños y niñas de la comarca.
Por ello, Altezas, cuando tengan la oportunidad de saludar a estos hombres y mujeres y ver la sonrisa de sus caras con el campo marcado en la frente, al estrechar esos dedos torcidos por el trabajo duro, sepan, Altezas, que están tocando pequeños pedazos de historia de la Asturias más occidental.
Señor, Señora, hoy todos los santirseños les dicen al unísono ¡gracias! Y en nuestra lengua materna, soporte de nuestra cultura de tradición oral, repiten ¡gracias!, gracias por achegarse a esta esquina de Asturias, por acompañarnos neste día, por este preciado galardón que nos entregan, gracias po-la huella imborrable que nos deixan deste maravilloso día. O noso deseo é que se leven un bon recordo d´esta xente e d´este pueblo e que conserven un pedacín de Santiso d´Abres na sua memoria, da misma forma que no noso corazón quedará por muitos anos a vivencia do momento. Unha vivencia que contaremos de generación e generación, sendo fieles, como non pode ser d´outra forma, á transmisión oral. Altezas, muitas gracias. (2)

(1) Hoy es día de fiesta.

(2) traducción al castellano del texto en cursiva. gracias por acercarse a esta esquina de Asturias, por acompañarnos en este día, por este preciado galardón que nos entregan, gracias por la huella imborrable que nos deja de este maravilloso día. Nuestro deseo es que se lleven un buen recuerdo de esta gente y de este pueblo y que conserven un trozo de San Tirso de Abres en su memoria, de la misma forma que en nuestro corazón quedará por muchos años la vivencia del momento. Una vivencia que contaremos de generación en generación, siendo fieles, como no puede ser de otra forma, a la transmisión oral. Altezas, muchas gracias
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CÁNDIDO, PENAS Y GLORIAS, publicado en el Libro de las Fiestas de Vegadeo 2011

Hay personas que pasan por la vida y parece que no pasa la vida por ellas, de la misma forma hay personas que pasa la vida por ellas y no las personas por la vida, en cualquiera de los casos lo que se llama vivir sin pena ni gloria.
Cándido Sanjurjo, como tantos de su generación, nació a finales de la segunda década del siglo pasado y falleció a principios de la segunda década de este siglo. Como definía Cándido “nacín a luz dun candil de aceite”, en la comarca todavía no existía la luz eléctrica; pocos meses antes de fallecer me entregó un CD con documentación histórica informatizada por él mismo.
Podría acabar aquí el artículo que me encargan para esta publicación veigueña y que cada lector sacase sus conclusiones. Supongo que lo que esperan cuando me hacen este encargo es que sea un poco más participativo y al menos manifieste mi sentir sobre la persona de Cándido Sanjurjo.
Sirvan estas líneas de recuerdo y de homenaje al abuelo de la comarca, al señor del Eo, al amigo del Eo, al colaborador infatigable, al señor amable, a un amigo entrañable, en recuerdo y homenaje a Cándido Sanjurjo Fernández.
Retomemos que significa (en mi modesta opinión) “nacer a luz dun candil de aceite”: refleja la precariedad económica de una familia humilde de la ribera del Eo, en Abres aquella noche del 13 de enero de 1919, no existía ningún adelanto industrial, técnico y mucho menos tecnológico. Nació pues Cándido en el seno de una familia obrera y humilde, en un entorno rural atrapado en la historia.
Le tocó vivir la llegada de la  revolución industrial en la comarca con el revulsivo que produjo el tren; estar al frente de mecanismos hidráulicos de los molinos harineros y posteriormente las primeras electrificaciones; en Aragón y Valencia sufrió en la contienda nacional, regresó para seguir luchando por el progreso en aquella España en “Franco y negro”. Las camionetas a gasógeno, las primeras carrocetas de desembosque de madera de los montes y finalmente la extracción de áridos de la ría del Eo fueron su eje en la vida laboral.
Hasta aquí es la vida de cualquier persona de su generación, ahora es cuando entra a colación el primer párrafo que seguro que algún lector no se explicaba esta salida de tono. Cándido no pasó por la vida “sin pena ni gloria”; al poco de jubilarse recopila sus vivencias y las publica en el semanario La Comarca del Eo. En 1981 empieza Cándido a contar como fue la vida en la comarca 70 años atrás; de forma altruista colabora con casi 200 artículos durante 25 años. En 1996 publica su libro “Entre Fonteo y el mar” en donde nuestro amigo nos regala sus vivencias y notas producto del análisis de su vida en el desarrollo de la comarca del Eo en el siglo XX.
Puedo hacer referencia a su participación en al impulso de Camino de Santiago por el Norte, a la creación de la Asociación Asturgalaica de Amigos del Camino de Santiago, a la comisión organizadora del Centenario de la Sociedad La Obrera en Vegadeo, del Centenario del Ferrocarril en San Tirso de Abres, pero ya se ha escrito mucho. Lo que no puedo hacer referencia es al número de colaboraciones en la que participó Cándido, creo que ni él mismo lo sabría decir: investigadores, antropólogos, filólogos, historiadores, mucha gente fuimos a su casa en Abres a pedir información y ayuda y siempre nos mostró su hospitalidad y sus tesoros sobre al historia de la comarca, siempre de una forma modesta y desinteresada.
Si me lo permiten volvamos a retomar el análisis: “entregar información histórica informatizada”, un hecho llamativo, a mi entender, muy en contraposición con el niño que nació a la luz de un candil de aceite; está Cándido entregando a una asociación cultural información de la historia de la comarca para su difusión, información producto de su análisis de la vida, de su visión, con la veracidad que ello aporta. Un señor de pueblo distribuye desinteresadamente su investigación de la historia comarcal. Y digitalizada por él mismo, un niño que nació en una época sin luz eléctrica vive la revolución industrial, la evolución tecnológica e informática y sabe adaptarse y aprender y así a sus 91 años difundía información de la historia de la comarca digitalizada e informatizada. A buen seguro muchos lectores harán examen de conciencia y se darán cuenta que habiendo nacido después de 1919 no se animan a “informatizarse”.
En vida solo fue distinguido con el Vegadense del Año en 1999 y con el Terra Viva desde San Tirso de Abres en 2006. El día de su funeral, se le homenajeó con poemas y música, después se sucedieron ideas y propuestas varias de homenajes y reconocimientos, pero de momento ninguno prosperó.
Así es como vive Cándido con pesares de una vida dura, pero a la vez con alegrías, rodeado de una familia que le aprecia y le recuerda y querido por muchos amigos y pasa a la historia con recuerdo, o sea con gloria.

Cándido Sanjurjo, un hombre de pueblo, que supo “facer un candil con un pao de saín” y que se adaptó a todos los tiempos y que contribuyó de una forma muy notable con la vida cultural de la comarca, para algunos pasará desapercibido, pero para la historia no, la señora historia estoy seguro que se acordará de él y le incorporará a sus páginas al hablar del Eo.

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GAITEIROS DAS ALDEAS, publicado en el diario La Nueva España el 15/07/2011


Antes de empezar el verano repleto de actos lúdicos, festivos y culturales, antes de meternos en la acumulación de fiesta por todos los pueblos, es el momento de pararse a reflexionar cuánto nos va a enriquecer la programación estival e ir seleccionando aquellos actos más significativos. Sin duda todos son gratificantes para ocupar nuestro tiempo de ocio, pero hay actos culturales que están haciendo una doble o triple función, nos entretienen y a la vez hacen crecer la autoestima de diversas personas y además están escribiendo una página en la historia; me refiero a actos en los que los artistas son gente normal de las aldeas, que en sus pueblos pasan desapercibidos, pero, cuando cogen la gaita, esta suena a tradición pura y auténtica.
En la comarca entre los ríos Eo y Navia viven unos cuarenta gaiteiros que son portadores de buena parte de la música tradicional que define los rasgos culturales de esta zona de Asturias, estos hombres de avanzada edad son convocados a diversos actos culturales de la comarca; no se puede disfrutar de ellos en muchas ocasiones, pero cuando se acude a cualquier acto de este tipo, se empieza a entender la identidad de esta tierra. Donde más músicos se agrupan es en la “Xuntanza de Gaiteiros da Caridá”, que desde hace 14 años reúne a casi la totalidad de ellos; en el “Magosto dos Teixois” (Taramundi) también se puede escuchar buen número de gaitas,  o en el “Encontro de Portadores de Tradición Oral” de San Tirso de Abres.
En el área recreativa de As Pedrerías se yergue firme el monumento a “os Gaiteiros” y cada año los maestros autodidactas de las aldeas se dan cita  en el paraje, con entusiasmo, con ilusión, con ganas de tocar, con ganas de transmitir su música, cada año podemos repostar sencillez y maestría de la mano de “Gaiteiros das Aldeas”, todo ello gracias a la Asociación Cultural Arcángel San Miguel.
Siempre es emocionante para un asturiano escuchar el himno de Asturias, pero les puedo asegurar que es mucho más emocionante escucharlo con una gaita de digitación abierta y “repinicando” sobre el puntero unos dedos rudos y torcidos  por la artrosis que provoca el trabajo del campo; llenan el fuelle unos pulmones cansados pero llenos de entusiasmo.
Cándido Sanjurjo, en uno de sus poemas, “Loa os gaiteiros”, citaba virtudes y nombres de músicos de otros tiempos ya desaparecidos: “Por terras chás, por outeriros,/ por vales e por montañas,/ houbo mui buenos gaiteiros/ e tamén tamborileiros / que conquistaron a fama. / as festas e romerías / as esfollas e ruadas / as polavilas e fías / levaron sempre alegrías / as gaitas ben  afinadas /(...) E marcando o son ca zoca, / inflando o fol c´un foplido / igual tocaba unha jota / com´a muiñeira ou a polka”; al igual que antes fueron unos, hoy son otros y mañana seguro que serán otros que hoy son chiquillos, componentes (o no) de grupos como Brisas del Navia, El Acebro, Os Castros, Brisas del Eo, grupos que se empapan de los conocimientos de estos “Gaiteiros das aldeas” y así seguirán mostrando nuestra tradición y entregarán el testigo que recogimos de los que ya no están; sin duda tocar y trasmitir su legado es el mejor homenaje que les puede brindar a estos músicos de tradición oral, gaiteros que tocan de oído.
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INTERVENCIÓN ENTREGA DE LOS PREMIOS DE LA FUNDACIÓN MARINO GUTIÉRREZ SUÁREZ GALARDÓN VERDES VALLES MINEROS ASTURIANOS
La Felguera – Langreo, viernes 25 de febrero de 2011

Autoridades, Presidenta, compañeros galardonados, señoras y señores, amigos todos.

En primer lugar quiero compartir con todos ustedes la alegría y satisfacción que proporciona a la Asociación Cultural San Tirso del Eo el estar esta tarde en la Cuenca del Nalón recogiendo el Galardón Verdes Valles Mineros Asturianos. Para esta humilde asociación del occidente asturiano es todo un orgullo esta distinción y este día es ya parte de la historia de la entidad a la que represento.

En el año 1987 el grupo Culturalcampo llegaba a la comarca Oscos Eo impulsando la creación de diversas asociaciones, entre ellas la Asociación Cultural San Tirso del Eo. Todo empezó con un grupo de teatro, luego un coro, la semana cultural, la radio local y todas las actividades de ocio y participación cultural que necesitaba el pueblo, con el apoyo del ayuntamiento de aquel entonces. Evidentemente detrás había una comunidad vecinal comprometida y altruista.
En el año 2002 se convoca una asamblea vecinal para dinamizar especialmente la Asociación San Tirso del Eo y de la misma salgo elegido presidente. Yo no sabía muy bien la responsabilidad que estaba aceptando ni el futuro que me esperaba.
Esta nueva junta directiva desde el primer día se propuso mantener las actividades que había desde los quince años anteriores y abrir nuevos planes para proyectar el concejo fuera de sus fronteras. Así pues se puso en marcha el Plan de Recuperación de la Cultura Tradicional. Siempre tuvimos la suerte de contar con personas comprometidas tanto en la junta directiva como en el nutrido grupo de colaboradores, lo que ha hecho posible el desarrollo de los proyectos y actividades planteados.
En el año 2005 se redactó el ambicioso Plan de Salvaguarda de la Cultura Tradicional de la comarca y fue presentado a la administración regional. Fue proyectado con el mayor respeto y con los mejores deseos para el futuro de la comarca Eo-Navia y para el desarrollo de la misma basado en su propia cultura de transmisión oral; desde la Asociación San Tirso del Eo hicimos lo que pudimos en su día y continuamos haciendo lo que tenemos en mano. Conscientes de la realidad, adaptamos el plan a la medida de nuestras posibilidades y estamos en la fase de divulgación oral por medio del Grupo de Portadores de Tradición Oral, previo a pasar a otra fase de transmisión por medio de una (utópica) Escuela de Oficios. 
En esta andadura siempre contamos con el apoyo de la Federación de Asociaciones Navia-Eo y del Centro de Voluntariado y Participación Social de Noroccidente.

Así pues, amigos, San Tirso del Eo es una asociación cultural de un pequeño pueblo que comparece hoy en La Felguera como un iceberg cuyo vértice el sol calienta en medio de las aguas del océano; y debajo está una fuerte masa que lo mueve. Con una salvedad: creo que San Tirso del Eo lleva rumbo fijo, no va a la deriva como los iceberg. El vértice del iceberg está ante de este atril calentado por los focos y detrás hay unas cien personas que colaboran, y el rumbo es dinamizar social y culturalmente el pueblo y proyectarlo fuera de sus fronteras; y, ahora mas que nunca dignificar la vida rural de los pueblos.

Después de este “preámbulo”, quiero agradecer al jurado que valoró las candidaturas, a todos y cada uno de los componentes y especialmente Luis Felipe Fernández García, que presentó y defendió nuestra opción; Luis es para nosotros como un padrino que nos ve desde fuera y desde cerca, Luis nos conoce muy bien, conoce nuestros proyectos y los entiende.

En nombre de la Asociación San Tirso del Eo quiero transmitir a la Fundación Marino Gutiérrez Suárez nuestra gratitud por el galardón Verdes Valles Mineros Asturianos y los mejores deseos en su causa y nuestra admiración a una intachable trayectoria, ofreciendo nuestra humilde aportación en el campo de la cultura tradicional. Esa semilla de amistad que plantaron en San Tirso de Abres  D.  Rufino Roces y Dña. Rosa Roces; nos gustaría en lo sucesivo seguir cosechando su fruto con D. Julio Coto y el resto de los patronos, a quien les deseamos lo mejor en su andadura bajo la presidencia de Dña. Sagrario Fernández Ariznavarreta.

Con permiso del auditorio quisiera expresar en lengua materna las palabras de gratitud que traigo preparadas para mis vecinos y colaboradores:
Queridos veciños: o largo destes nove anos; sabeis mui ben o traballo que nos costa organizar os actos, as horas que temos que falar, cánto hai que discutir, cántos presupuestos temos que valorar e cántas contas hay que axustar e cántas veces sin cenar ca familia.  Tamén sois conocedores das alegrías e satisfaciois que  provoca o traballo ben feito o acabar de facer a malla do trigo, o acabar a semana cultural ou cando volvemos de representar os oficios nun colegio; eo ben me fijo no brillo dos vosos ollos cando os nenos se vos quedan mirando.
Por o voso compromiso ca Asociación San Tirso del Eo quero darvos as gracias, pero hoy mais que nunca quero manifestarvos unha especial gratitú por o entusiasmo e ánimo que transmitides. En cada esquina deste reconocimiento hay algo dos vosos esforozos.
Tamén quero dedicalo os que non tan, e os que nos precederon na historia.
Este premio significa unha das mellores satisfaciois que levamos nos últimos tempos, aproveitemos esta alegría como vitalidá para continuar con maís ganas que nunca.

He manifestado retiradamente la importancia de la labor social de estos hombres y mujeres y su compromiso con la cultura tradicional y con ello con la antropología en general. Con su aporte recuperando y dignificando los elementos de la cultura tradicional están escribiendo el libro de la historia reciente de la Asturias rural más occidental. Así pues estos portadores de tradición oral son las hojas de un libro y esta asociación y quien les habla un simple alambre que las sujeta y coordina.

Solo me resta dirigirme a la administración local y regional. En primer lugar para agradecer su apoyo; y a continuación para pedir que continúen apoyando el asociacionismo y la investigación y salvaguarda de la cultura tradicional como elemento de dignificación y desarrollo definitivo del medio rural asturiano.
Para terminar quisiera animar a todos a que se escuche a las personas mayores, son verdaderas bibliotecas vivas, siempre tienen algún tesoro escondido que contarnos, es el testigo oral que nos toca recoger, no lo perdamos, que la cadena oral no se rompa.

Nosotros volvemos al occidente asturiano satisfechos de haber compartido esta tarde con ustedes. Al lado del Eo les esperamos para contarles una leyenda, para una muestra de oficios, para mallar el trigo, para pescar, para pasear, o para una fartura de cocido. No falten a la cita.

Muchas gracias.

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INTERVENCIÓN ENTREGA DEL GALARDÓN ESPIGA DE ESCANDA DE ORO 2009 DE LA SOCIEDAD HUMANITARIO DE SAN MARTÍN DE MOREDA A LA ASOCIACIÓN CULTURAL SAN TIRSO DEL EO.
Moreda (Aller), Viernes, 22 de mayo de 2009

Autoridades, Presidentes de los jurados de Solidaridad y Tradición, Presidenta de Humanitarios, miembros de ASPACE, D. Rufino, señoras y señores, amigos todos.

Gracias a todos por su acogida, apoyo y cariño.

En primer lugar me gustaría reflejar, la alegría y la satisfacción de recibir el premio Espiga de Escanda de Oro en este teatro de Moreda, es algo para nosotros doblemente novedoso; por un lado recibir un premio por nuestra humilde labor y por otro recibirlo desde las cuencas mineras, desde el centro de la región; no nos podíamos imaginar que fuésemos premiados desde tan lejos.

Seguidamente debo reflejar a cuantas personas acoge este premio: no es solamente un premio otorgado a una asociación cultural, es un premio de mucha gente de varios colectivos, no solo la Junta Directiva está implicada en la actividad de la Asociación San Tirso del Eo; hay mas de  100 colaboradores activos que participan en una veintena de actividades al año; hay 160 socios que representan el 26 % de la población del concejo; personas implicadas en las actividades y grupos sociales. También es un premio a las gentes, que con su trabajo o su presencia apoyan nuestros Plan de Recuperación de la Cultura Tradicional; a los periodistas que nos ayudan a dar relevancia a los actos; a la Federación de Asociaciones Navia Eo con su apoyo continuo; a los museos de la comarca que colaboran con nosotros y muchos portadores de tradición oral de los pueblos; de todos ellos es este premio.
Por supuesto también es de nuestras familias; a este punto debo pedir perdón a nuestras familias por las ausencias del hogar, por llegar tarde a la cena a cambio de una reunión de la junta directiva, a cambio de un compromiso o de una representación, evidentemente ellos también nos apoyan entendiendo nuestras ausencias; hay ocasiones en que uno tiene que sopesar en donde estar: con la familia o con la asociación y eso es difícil. Una mención especial para nuestras familias.

Hay casualidades que llevan a uno a toparse de frente con algo inesperado y sorprendente, como el día en que conocí a Luis Felipe, desde entonces se ha implicado en ayudarnos, asesorarnos, en participar, en definitiva a apoyar a la Asociación San Tirso del Eo y a la Comunidad Vecinal de San Tirso de Abres. Amigo Luis es para nosotros imposible darte las gracias de una forma material, todos sabemos que eso no es lo que esperas, sepas que los santirseños te damos las gracias de todo corazón, todo nuestro afecto.

San Tirso de Abres es un pueblo de a penas 600 habitantes, la asociación Cultural San Tirso del Eo se crea hace 21 años con el fin de fomentar la participación cultural y el ocio en el pueblo más al occidente de Asturias. En el año 2002 empezamos a trabajar en el Plan de Recuperación de la Cultural Tradicional, se ha recuperado el ciclo del pan, con los valores culturales que ello encierra; la cultura tradicional de transmisión oral, que reside en los oficios y costumbres en la música tradicional, en los juegos; se ha trabajado y luchado por mantener vivas nuestras costumbres y valorizarlas, en definitiva hemos tratado de analizar nuestra intrahistoria, la intrahistoria que definía Unamuno, la historia de los pueblos y de sus gentes.
Hoy la asociación que tengo el gusto de presidir cuenta con dos grupos de participación social: un coro de 20 componentes de todas la edades, y un grupo de teatro este año con 12 actores; hemos empezado con una escuela de música tradicional; y como no seguimos trabajando en el Plan de Recuperación de la Cultura Tradicional, con el Grupo de Portadores de Tradición Oral que representa sus conocimientos en colegios, institutos y actos culturales, formado por 15 persona mayores del pueblo; algún día próximo  volveremos a Moreda con una muestra de nuestra cultura tradicional, de la cultura de nuestra Asturias, de nuestra intrahistoria.

Lo mucho o poco que se hace desde esta asociación es gracias a canalizar los ánimos y la tenacidad a la vez que siendo un poco sordos, permítanme que les cuente un cuento de forma breve.
En una carrera hacía una cumbre, a los participantes se les aclaró el objetivo de alcanzar el monte y llegar a la cumbre dándoles ánimos para ello, entre los participantes había personas con dificultades y alguna persona enana; después de salir, al ir pasando por el pueblo, las gentes se reían del los enanos a la vez que les iban diciendo, “… a donde vais? Que no llegáis”, “cuidado que hay niebla”, no “subáis que va llover”, otros se reían y les señalaban; así la carrera fue quedando con menos participantes y solo llego uno enanito a la cima, al ir a felicitarlo descubrieron que era sordo. Solo su empeño y tenacidad le hizo superar los obstáculos. 

Permítanme usar nuestra lengua materna por un instante.
 Queridos compañeiros da junta directiva, estimados colaboradores e socios: ¡canto luchamos por enseñar o que sabedes facer de toda a vida!, ¡cantas veces fomos as vosas casas pedir axuda!, ¡cantas horas levamos falado! e ¡canto levamos traballado!; seguro que igual ca min nunca pensabais vir a Moreda recoller un premio. Esto sirvenos de sustento para seguir co noso empeño. ¿Verdá que non saben os Humanitarios todo o que lle lo agradecemos?. Xa dixen é un premio voso e das vosas familas, é de todos. Muitas gracias por o voso compromiso. Compartimos a enhoraboa.
Mi deseo es que me hayan entendido todos.

A continuación y para terminar, quiero, en nombre de la asociación cultural San Tirso del Eo, animar a que se continúe trabajando y apoyando la investigación de la cultura tradicional, las raíces de nuestros pueblos, de nuestra Asturias; con ello además de contribuir al enriquecimiento de la antropología y el folclore se desarrolla una importante labor de autoestima de las gentes mayores de los pueblos, porque las personas mayores de lo pueblos  son mucho más que un número, ellos ha sabido vivir y adaptar sus conocimientos, con ayuda de la naturaleza y sobrevivir del entorno respetándolo y conservándolo; no debemos perder los conocimientos que nos toca recoger, no debemos rechazar esa herencia oral. Reitero el ánimo y entusiasmo en pro de la cultura tradicional, pieza que precisa el medio rural para su dignificación.

Muchas gracias a todos por sus muestras de apoyo. A la Sociedad de Humanitarios de San Martín, desearles que reciban tanto bien, al menos tanto como hacen, ello les proporcionará grandes éxitos.

Muchas gracias.
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“FOLKGAZAIS” vs “TRABALLADORES”, publicado en el diario La Nueva España en 05/2008.

 “Conjunto Os Folkgazais” así se llama el grupo folk, recientemente creado en la Comarca del Eo, la idea de llamarle a un grupo de músicos “Folkgazais” es todo un atrevimiento ya que el término asemeja a “folgazais” la traducción de holgazanes de nuestra lengua materna al castellano; de holgazanes no tienen nada.
El conjunto fue creado y dirigido por Abel Pérez el pasado verano, actuó por primera vez en la “Festa da Malla” en San Tirso de Abres el 17 de agosto, desde entonces se ha ido nutriendo de repertorio tradicional de la comarca y sobre todo de una selección de buenos músicos. El proyecto es ambicioso e ilusionante y sobre todo muy provechoso para la comarca; todo empieza recogiendo los temas tradicionales que residen en los gaiteros que a su vez los han adquirido de la tradición oral, se graba, hacen los arreglos y las adaptaciones pertinentes a cada instrumento y tema, mucho ensayo y dedicación y listas para tocar, es muy fácil de explicar, llevarlo a cabo más complejo.
Resulta pintoresco ver siete músicos con la indumentaria de gala, como las orquestas de antes, pantalón y camisa blanco, chaleco granate y pajarita negra; la presencia tiene mucha importancia, pero lo más llamativo es escucharlos y comprobar que todos los temas que interpretan son música en directo, disfrutar del “Vals de Taramundi”, la “Muiñeira de Batriban”,etc en directo interpretada por acordeón, gaita, saxo tenor, bajo, teclado y batería, es toda una delicia. Lo incalificable, que no hay palabras para describir, es la versión “mix” del conocido “Romance de la niña Clara” recientemente grabado y producido en Madrid, lo mejor es escucharlo en www.myspace.com/conjuntoosfolkgazais
La labor que estos chicos están llevando a cabo es magnifica, recuperando la tradición musical de la comarca y adaptándola a los nuevos tiempos y a nuevos instrumentos, eso es lo más grande que le puedo suceder a la tradición de una comarca, nuestra música tradicional está de suerte con “Os Folkgazais”.
Son tan “folgazais” que trabajan el día del trabajo, haciendo gala de su nombre, el pasado día 1 de mayo, ofrecieron en Vegadeo un concierto de presentación, que estuvo sobresaliente, animado, entretenido, y sobre todo alegre, los que allí estuvimos disfrutamos de una noche agradable con el Conjunto Os Folgazais, y sus colaboradores, el clásico de la pandereta y baile tradicional la  veigueña “Teresita”, el gran Raingold con su guitarra y el dúo Saratoga; no faltaron los agradecimientos a la desaparecida Orquesta Capri, inspiración en parte de este proyecto.
Solo queda desear al Conjunto Os Folgazais, lo mejor, el proyecto no falla, solo hace falta tiempo para crear un amplio repertorio de la comarca y ocasiones para escucharles, lo demás esta servido por su parte.
No sé si cuentan con el apoyo de las instituciones, lo que si es cierto que cuentan con el apoyo de las personas que les siguen en todas las actuaciones, con el apoyo de los gaiteros tradicionales y de la gente que amamos la cultura propia de nuestra comarca. 

Ánimo chicos, ofrecednos pronto un disco, enhorabuena y muchas gracias.

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LA BIBLIOTECA DE BATRIBAN, publicado en el diario La Nueva España el 24/05/2007.

Tomando como referencia las palabras del ilustre escritor africano Ahmadou Ampâté Ba “Cuando un aciano fallece, una biblioteca desaparece”, analizamos la trascendencia de Firme de Batriban en la cultura tradicional de la Comarca Eo Navia y buena parte de Galicia.
Fermín Diaz Prieto, fallecía en su casa de Batriban en el concejo de Villanueva de Oscos próximo a cumplir ochenta y seis años, dejando tras de si una larga cola de personas, autoridades, instituciones, asociaciones, etc  agradecidas por su labor en la conservación y trasmisión de la cultura tradicional de esta tierra de frontera; sus amplios conocimientos, producto del análisis llevado a cabo durante toda su vida, han sido trasmitidos a cantidad de investigadores de la música tradicional y de la cultura de la comarca en general, por lo que su biblioteca no se ha cerrado del todo; todos hemos sido bienvenidos a su casa, porque Firme fue un hombre desinteresado y siempre dispuesto a ayudar y trasmitir el legado cultural que adquirió de sus antepasados.
Gracias a su forma de ser tan especial ha contribuido de forma notable a la recuperación de la “malla con malle” en la comarca, a la preservación de la gaita tradicional, también a la trasmisión de romances, cantares y coplas que han servido a investigadores y estudiosos para analizar los aspectos antropológicos de la comarca; su extensa antología es  piedra angular para analizar los rasgos culturales de la comarca.
El pasado 29 de octubre participó en el homenaje al poeta cacabelense Antonio Fernández Morales; allí en el cementerio de Cacabelos, junto a su amigo Nela, ambos con gaita, rindieron homenaje al poeta y posteriormente tocaron en el teatro Villafranquino de Villafranca del Bierzo; ese día puedo asegurar que Firme disfrutó a lo grande entre amigos, de las fotos tomadas, se desprende una sonrisa de satisfacción, de orgullo de su habilidad, de serenidad y de modestia; fue su última actuación en público.
Firme de Batriban, se fue de entre nosotros en silencio, sin protagonismos, humilde y agradecido a quienes le acompañaron en sus últimos momentos. El pasado día siete, vecinos, amigos, asociaciones e instituciones hemos acompañado a la familia en la despedida del buen “Firme de Batriban”, un gaitero sacaba fuerzas para tocar la más sentida y emotiva marcha fúnebre, en homenaje al que también homenajeó a otros.
En las montañas entre Oscos y Taramundi ya no suena la gaita, ya no se oye la voz del anciano cantarín, pero en nuestro recuerdo pasaran muchos años antes de que dejemos de recordar a “Firme de Batriban”. La “Muiñeira de Batriban” se ha quedado huérfana, pero sigue sonando en todo Asturias y Galica, gracias a la divulgación de Firme ya desde los años 80. Estoy seguro  que su aportación al estudio de la cultura tradicional de la comarca no pasará inadvertida a los antropólogos e investigadores. 

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EL SEÑOR DEL EO, publicado en el diario La Nueva España el 7/12/2006 y semanario La Comarca del Eo Diciembre 2006

“La experiencia es un grado”, no cabe duda; la vida de D. Cándido Sanjurjo Fernández, es todo experiencia, nació en 1.919, en la parroquia de Abres (Vegadeo), donde reside. Como él bien dice ha desempeñado muchas labores en su vida, lo que le ha dotado de conocimientos muy variados, aunque si no fuese por su talante observador no habría retenido tantas vivencias en su memoria.
Desde niño fue inquieto por la cultura, ya a los 10 años representó su primera obra de teatro en el Pósito Marítimo-Terrestre de Abres, y memorizaba obras y coplas que allí se representaban por aquel entonces; siempre involucrado en el movimiento cultural de su comarca en cada época.
A punto de jubilarse se vincula de lleno en la difusión de sus conocimientos históricos de la comarca, con un fracasado cortometraje sobre el Río Eo, pero sus notas para aquella obra no han caído en vacío y fueron publicadas en el Semanario “La Comarca del Eo”, era 1.981; desde entonces sigue colaborando en lo que ya son más de 160 artículos. Poco después entra a formar parte de la sociedad Amigos del Eo. En 1996, la Consejería de Cultura del Principado de Asturias le publica su libro “Entre Fonteo y el mar. Apuntes sobre el Río Eo”; colabora con diversas obras de historia como “Entorno al Bimilenario del Eo” y un sin fin de publicaciones cuyos autores se han consultado con Cándido.
Defensor a ultranza de las realidades culturales de la comarca, es el primero en protestar si se trata de alterar la historia comarcal o si se trata de manipular las raíces y la identidad cultural, a lo que últimamente estamos acostumbrados.
Hombre tranquilo, sensato, documentado, es capaz de trasladar al público de un auditorio a cualquier situación histórica; pueden dar buena nota de ello, las personas que asisten a sus conferencias, siempre amenas, sobre el “Ferrocarril Vilaodrid – Ribadeo”, sobre “La Obrera” de Vegadeo, en la Revista “El Campo del Tablado”, etc.
El Señor del Eo, como le apodaba D. Dionisio Gamallo Fierros, su amigo y colaborador, con quién ha pasado grandes momentos; es sin duda su mejor seudónimo.
Incansable, es capaz de entregar a cualquier colaborador la información más detallada, precisa y documentada perfectamente digitalizada por él mismo.
Muchos somos los que le hemos encontrado en el salón de su casa sentado frente al ordenador, hemos charlado amenamente durante horas y despedirse para luego analizar cuanta información nos ha facilitado este humilde señor.
Por toda su vida dedicada al fomento de la cultura, a la preservación de la esencia cultural y a la identidad de su comarca, por todo ello, la Asociación Cultual San Tirso del Eo, le ha concedido el Galardón TERRA VIVA 2006, que recibirá este próximo sábado día 9 en la II “”Esfolla do Maíz” en San Tirso de Abres, entre familiares, amigos y vecinos.

Amigo Cándido, Gracias, Enhorabuena y Salud.
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CRÓNICA DA II FESTA DA MALLA - SAN TIRSO DE ABRES – 21 de AGOSTO de 2004, publicado na Revista Entrambasaguas Septiembre 2004,

Dado que o ano pasado tuvo éxito a iniciativa de representar o que eran as mallas do trigo nas zonas rurales, este ano a Asociación Cultural San Tirso del Eo, volveu repetir a experiencia, o 6 de xaneiro labrouse o trigo nuha finca de Vilela cedida por un vecín, hasta junio levaronse a cabo as labores de cultivo de unhas espigas de trigo boas, o 20 de julio reunironse na terra un bon grupo de vecinos para segar e atar os mollos, rematou todo con unha merenda de amigos, o trigo taba un pouco tumbado e torcido debido o que choveu na primavera, por eso houbo quen quería poñelo en carrelas pro decidiron que non facía falta, puxose diretamente en medeiros.
O jueves 19 a tardiña xuntouse un bon grupo de xente para ver como se fai a Meda, empezouse as oito a medar, cousa que non foi fácil por que o trigo taba algo torcido, alguhos acordaronse de darlle a razón a quen quería poñelo en carrelas pra que tubera estirado e sería mais fácil e rápido, pero a habilidá de Paco de Robain que o fai o maestro do arte de facer unha meda ben guapa. Mentras tocaba un grupo de gaitas a meda foi medrando añadindolle detalles, os espetos pra aguantar os mollos do pico a bara gallada par botar os mollos mais pra riba desde que nos se chega a mao, o bencello grande para atar o remate de meda, e toda a tenica pra que facer unha meda perfecta, a xente rompeun nun forte aplauso cando Paco acabou e dous mozos collerono en hombros por o campo a diante, Paco gozaba de orgullo do traballo ben feito; pra rematar todos comeron unhos torrezos e chorizos a sidra con viño a esgalla.
O sábado 20 dende ceno xa se via xente por a área recreativa, impacientes por ver a Malla, todo taba previsto pras doce da mañá; os nenos do pueblo viñan vestidos con roupas d´antes o xeito de seus abolos, os malladores e a organización temen taban ca su ropa acorde ca festa; a eso das once empezouse a asentar os motores, outra vez os vecinos e a organización taban traballando, todos opinaban, “hay que poñelo así,...” “non pr´aquí, deste xeito”, estas dudas e xenegar co motor pra un lado e pra outro pasaba en todas as airas, de vez en cando resaltaba unha voz que os outros obedecían, “hay que tomarlle a medida a correa, pra separar o motor da máquina o xusto”, por fin o motor ta no seu sitio; agora a máquina, “hay que mivelala, a ver lebantai que bou subirlle os pes”, dixo laguen, outro berrou “homes pr´aquí, a levantar, qu´esto pesa”, xa ta todo, entre tanto chegaron as autoridades locales e a Sra. Consejera de Medio Rural, Servanda García, detalladamente se ye explicou como era o proceso de asentar as máquinas e porque se facía así, xa daban as doce media; a alcaldesa de San Tirso d´Abres, a Consejera de Medio Rural e o Presidente d´Asociación San Tirso del Eo, pronunciaron palabras do que significa un acto de rememorar os traballos en equipo d´antes e o que signifacaba pr´aquelas xentes un dia de malla, invitaron os presentes a disfrutar do día e deron comenzo a II FESTA DA MALLA. Servanda García encendeu a mecha que prende o motor, o motorista, experto, o puxo a funcionar axudado por unhos homes que tiraban por a correa, os primeiros pistonazos retumbaron no corazón dos mais sentimentales e a xente explotou non aplauso; de seguido a máquina o empezar a moverse o cilindro empezou a rumbar, “veña mollos” dixo alguén, os voluntarios dispostos, dous cebando, dous desatando mollos, dous sacando a palla da grade, duas mulleres sacando o grao por a canle e levando en cestas para limpiadora, tres homes dispostos con bortos a feixes pro palleiro e catro no palleiro dandolle forma e subindo a palla; na limpiadora, un na manivela e outro espallando, unha rapaza sacando o grao e enchendo os sacos, todo o proceso en marcha, a xente turnouse, o señor do motor non lle perdía ollo, nin oido, según apurasen os de cebar palla na máquina, él oía o motor apurarse e regulaba a rosca do acelerador; un bon detalle foi ver como rapaces novos e nenos tiraban os mollos da meda e desaban para que os mallores tuveran mais folgados. As autoridades expectantes, igual que todo o público que se notaba nas caras que lles taba prestando, unhos por recordar “aqueles tempos” e outros por vivir algo desconocido, foi de admirar a coordinación dos postos de traballo, cando un cansaba había outro, e así de seguido; a eso da unha e media fixose unha parada sen apagar o motor, solo deixando de meter palla e o motor a relantí, unhas mozas da Asociación veron con viño pros que traballaban, eso tamen se facía antes, que os da casa convidaban os vecinos a un trago de viño a media malla; encanto o polvo baixou por a gorxa diante do viño e respirando aire limpio da veira do río, outra vez a mallar, Edelmiro de Mota o señor do motor abrelle paso o gasoi que aumenta o ritmo do piston do motor, a máquina empeza a girar mais rápido e alguén volve berrar “veña mollos”, mais palla, mais grao, mais polvo, outra vez hasta coller o ritmo, a limpiadora sigue dando voltas ca forza dun home e outro regula o paso dos caños, así hastas a duas e media que todos se sentaron a comer a sombra na veira do río Eo, paisaje imcomparable; no plato cocido típico dos días de malla, carne de cocho salado, chorizo, garbanzos e patacas, queixo e dulce de membrillo e viño a rodar, daba gusto ver as mesadas de familias, e´noutra a xente que traballou que comeron todos xuntos, os da Asociación serviron café por as mesas, e todos contentos, mentras tocaba un grupo de gaitas, non había forma de levantar a xente para acabar de mallar, alguén da organización despistouse a arancou outro motor que taba de exposición, e todos en pe, “vamos acabar, hay qu´ecender este”, “ahora a mavivela”, “haber dalle voltas qu´eu descomprimo”, eran os comentarios dos mais atrevidos, despoís de varios intentos fallidos e de xenegar de varias maneiras, arrancou o motor o conseguir a habilidá  e a técnica precisa, “agora vamos poñer a correa, afloxa o motor” en un instante outra vez a máquina rumbando e sigue a faena, cada vez quedaba menos mollos na meda, o palleiro iba sendo mais grande, os sacos mais cheos de grao de trigo, todos maís cansados e o rematar todos contentos dun día de traballo en equipo e de representar outro ano o FESTA DA MALLA.

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