Ante el recorte horario de
Caja Rural de Asturias en los pequeños municipios.
La entidad Caja Rural de
Asturias Sociedad Cooperativa fue creada hace más de 50 años; durante la década
de los años 80 se asentó en todos los municipios de Asturias, sin duda fue una
apuesta necesaria para el desarrollo rural de aquella Asturias, en ocasiones
olvidada, y que se encontraba despegando. Desde el primer instante ha contado
con el apoyo de los paisanos de los pueblos; cosechado socios cooperativistas, cuentas bancarias, préstamos, seguros y
cuantos productos financieros ha ofertado a los asturianos; en definitiva Caja
Rural fue la entidad bancaria de referencia y fidelidad para el sector primario
y para el mundo rural en general.
En junio de 2016, tras
la asamblea anual de socios, la entidad cooperativa anunciaba que “incrementó su beneficio en 2015
en un 5,18%” y “con
la expectativa de mejorar en 2016 el resultado del año anterior un 1.4%”. A
principios de noviembre que: “ganó en los nueve primeros meses del año 18,9 millones de euros, lo que
supone un aumento del 18,7% respecto al mismo periodo del año pasado”.
A pesar de los datos y de
la hemeroteca reciente, a principios del mes de octubre se anuncia el recorte
horario a tres mañanas a la semana para algunas sucursales de lo municipios
pequeños. Y lo hace colocando anuncios en la puerta de las sucursales, sin más comunicación a sus socios.
Cabe resaltar que Caja
Rural de Asturias es una Cooperativa de Crédito, no una entidad bancaria convencional;
y por lo tanto los cambios sustanciales que afecten a los servicios de sus
socios deberían ser comunicados directamente a los socios.
Al margen del protocolo seguido para aplicar
la medida de recorte, a mi entender, equivocado en varios aspectos, se debe
profundizar en el fondo de la decisión.
Un recorte en el horario de
atención al público en los pueblos no es comprensible con la población mayormente
envejecida y a la cual un servicio de cajero automático o banca electrónica
resulta insuficiente y en algunos casos inaccesible. Tampoco se justifica
justamente ahora que “la entidad bancaria y la Red Asturiana Desarrollo Rural (Reader)
han suscrito un convenio de colaboración por el que la entidad financiera
apoyará hasta 2022 a los emprendedores del medio rural asturiano”.
El esfuerzo económico que
le pueda suponer a la entidad al mantener el mismo servicio en todos los municipios rurales, será fácilmente monetizable aplicado con cargo a
Responsabilidad Social Corporativa.
Analizada de forma general
la medida, tampoco es comprensible si se analiza en lo particular;
concretamente en el caso del recorte horario aplicado a la sucursal de San
Tirso de Abres, en donde la entidad funcionó en exclusiva en el municipio desde
su asentamiento en 1984 y que mantiene la confianza de la práctica totalidad de
los vecinos. La medida de recorte sorprende a los socios y vecinos, justamente
ahora que el pueblo tiene un aumento actividad turística y en estos años en que
1800 ha de terreno forestal están afectadas por concentración parcelaria, que
dará lugar a tala de madera y el consiguiente movimiento económico entre
empresas madereras y propietarios forestales; actividad económica que se sumará
a la habitual de los sectores primarios y servicios.
Consciente de la poca
población del medio rural asturiano y de los ajustes que se deben hacer para
mantener servicios en todo el territorio, se debe recordar que para un correcto
desarrollo rural, son necesarios los emprendedores, el mundo campesino, la
administración local y regional cercana a los vecinos; pero también son
necesarias las entidades bancarias, como Caja Rural que se han fortalecido de
los pueblos en tiempos mejores que los actuales y a cuyos vecinos les gustaría seguir
contando la misma actividad que sirvió de simbiosis productiva para los
campesinos y para la entidad cooperativa de crédito.
Las notas entrecomillas son
rescatadas de la siguiente hemeroteca de consulta:
Esperemos unha rectificacion de esta decisión perjudicial pros vecinos ę errónea. E esperemos tamén que estos nun sean os primeiros pasos para seguir os que no seu momento deu Cajastur hasta convertirse nun banco tradicional do que nos avergonzamos muitos ex clientes, e traballadores.
ResponderEliminarEstá visto que, de una u otra forma, parece que quieren asfixiar lo poquito que va quedando en los pueblos. Si yo tuviese una cuenta en Caja Rural, me daría de baja inmediatamente. Dirán que son cuestiones económicas, que no es rentable bla bla bla. No he conocido nunca un banco que, por tener una sucursal en un pueblo, se arruinase. En fin, todos a una, pero al revés que Fuenteovejuna.
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